Las autoridades lograron incautar en el aeropuerto de Rio negro un cargamento de ropa, un kilo de cocaína que iba camuflada dentro de los pantalones que tenía como destino la isla de San Andrés y posteriormente Centro América hasta llegar a los Estados Unidos.

Una de las inspecciones a las encomiendas que salen hacia diferentes destinos permitió que un perro de la Policía Antinarcóticos descubriera en una caja cocaína que tenía como los mercados del exterior.

Una vez hallada la droga, los uniformados abren la caja encontrando en su interior jeans, se procede a que el perro continúe revisando con su olfato, lo cual permite revelar que las pretinas de todas estas prendas no eran normales.

Se procedió a abrir una de estas quedando en evidencia la droga que camuflada en estos iba a salir de la ciudad. Un total de 29 tirillas realizadas con bolsa plástica, cinta negra y papel carbón llevaban en su interior un total de 1.000 gramos de cocaína en los quince jeans.