La reconstrucción de Haití y la creación de un organismo regional de América Latina y el Caribe sin Estados Unidos, cuyas premisas pactaron los cancilleres, son los temas clave de la agenda de la cumbre del Grupo de Río que se inicia hoy en México.
Previa a la cumbre, se celebró el domingo la primera reunión entre México y el Caricom (Comunidad del Caribe) en la que sonó con fuerza la voz del presidente de Haití, René Preval, quien suplicó por una gran coalición internacional que socorra al millón de haitianos que viven a la intemperie desde el sismo.
“Estoy llamando a una gran coalición de las fuerzas que nos asisten (…) Por favor, ayuden a más de un millón de haitianos que todos los días duermen en las calles”, pidió Preval tras estimar que el sismo puede haber dejado un saldo final de 300.000 muertos. En su declaracíon final los 15 países del Caricom y México se comprometieron a enfocar su ayuda a Haití en materia de salud.
Previo a la reunión de Caricom los cancilleres del Grupo de Río mantuvieron este fin de semana sesiones de trabajo en la zona turística de Cancún (sureste de México) en las que acordaron una propuesta de un nuevo mecanismo regional que abordaría incluso temas de Defensa y que arrancaría en 2011, según declararon algunos de ellos a la prensa.
Los cancilleres presentarán ese proyecto a sus presidentes que se reunirán el lunes y martes en el marco de la XXI Cumbre del Grupo de Río, llamada en esta ocasión de la Unidad de América Latina y el Caribe.
“Esta discusión está ya avanzada y solamente los presidentes tendrían que tomar una decisión sobre el texto”, dijo el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño.
La importancia del nuevo mecanismo es que se tendría un “diálogo político al más alto nivel”, que podrá girar en torno a “temas que tengan que ver con la defensa, con el comercio”, añadió el canciller.
El futuro organismo regional, del cual se espera que unifique la voz de América Latina frente a otros bloques regionales, se pondría en marcha en julio de 2011 en Caracas, una vez concluidas las negociaciones sobre la forma del futuro organismo.
El presidente venezolano Hugo Chávez, antes de viajar a Cancún (1.500 km al oeste de Ciudad de México), saludó la iniciativa. Es una “propuesta para desprendernos definitivamente del coloniaje que Estados Unidos puso a este continente”, afirmó, idea que reiteró al aterrizar en el balneario.
El gran ausente de la cita será Porfirio Lobo, presidente de Honduras, país excluido porque permanece por fuera de la Organización de Estados Americanos (OEA) a raíz del golpe que sacó del poder a Manuel Zelaya en junio pasado. A pesar de que el tema no aparece en la agenda del cónclave, al llegar a Cancún Chávez hizo un llamado a todos sus pares de la región a rechazar al gobierno de Lobo.
Aunque fue invitado especialmente por México, el gobernante de Cuba, Raúl Castro, no ha confirmado hasta ahora su asistencia. Por el contrario, los presidentes electos Sebastián Piñera (Chile) y Laura Chinchilla (Costa Rica) asistirán como invitados especiales. Próximo a su fin de mandato, la chilena Michelle Bachelet recibirá de su homólogo mexicano, Felipe Calderón, la secretaría del Grupo de Río para los siguientes dos años.
Varios mandatarios también tienen previstas reuniones bilaterales. Destaca la de Rafael Correa, de Ecuador, y Alvaro Uribe, de Colombia, quienes en 2008 protagonizaron junto a Chávez la cumbre anterior del Grupo de Río en Santo Domingo, donde se logró aplacar el ánimo belicista desatado por una intervención militar colombiana en el norte ecuatoriano.