Internacional

Vuelve a tensionarse relaciones España-Venezuela por declaraciones de Maduro

Las relaciones diplomáticas entre España y Venezuela volvieron a tensarse el lunes tras las palabras del canciller venezolano Nicolás Maduro, quien calificó de “mafioso” al juez que investiga el caso de los vínculos entre ETA y las FARC.

El domingo, un día después de que Madrid y Caracas emitieran un comunicado conjunto negando cualquier apoyo de Venezuela a la organización vasca ETA, Maduro acusó al magistrado Eloy Velasco de formar parte de la “mafia” del ex presidente español José María Aznar, “hijo directo de la dictadura franquista”.

La número tres del gobernante Partido Socialista, Leire Pajín, respondió al gobierno de Hugo Chávez que es “inaceptable” tachar a Aznar o a cualquier magistrado de tener vínculos con la mafia y pidió respeto al estado de derecho español.

“No es aceptable que se ponga en cuestión a los jueces de nuestro país”, recalcó Pajín en una rueda de prensa.

El juez Velasco fue el autor del auto judicial que la semana pasada acusó a Venezuela de amparar una alianza estratégica y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia para cometer atentados.

A pesar de desautorizar las críticas de Maduro, Pajín evitó ahondar aún más en la polémica y subrayó que lo más importante es que Chávez se ha comprometido a “luchar contra el terrorismo en plena colaboración con España”, según recogió el comunicado difundido el sábado.

Por su parte, el presidente del conservador Partido Popular, Mariano Rajoy, calificó de “triste, lamentable y humillante” el papel desempeñado por la diplomacia española y lamentó que el presidente José Luis Rodríguez Zapatero no respaldase al magistrado de la Audiencia Nacional.

“Me hubiera gustado que ayer (domingo) el presidente del gobierno apoyara al juez Velasco, que ha sido insultado por el presidente de Venezuela”, dijo Rajoy durante una visita a una fábrica de biotecnología cerca de Madrid.

El líder de la oposición española anunció que el miércoles preguntará a Zapatero en el parlamento qué medidas concretas piensa adoptar hacia Venezuela y también hacia Cuba, en este caso por la muerte del disidente cubano Orlando Zapata tras una prolongada huelga de hambre.

Hasta la fecha, el gobierno español parece dispuesto a preservar la relación bilateral con Caracas y a mantener su política aperturista y de diálogo con La Habana.

Después de una semana tensa en el caso de Venezuela, con declaraciones cruzadas a uno y otro lado del Atlántico, los gobiernos de Zapatero y Chávez emitieron el sábado un comunicado conjunto negando cualquier relación de Venezuela con la banda armada ETA.

En concreto, el ejecutivo de Chávez dijo que “refuta y desmiente las informaciones publicadas sobre una supuesta colaboración con la organización terrorista ETA, cuyas actividades rechaza sin paliativos”.

Al margen de la confrontación política, la vía judicial sigue su curso. En su escrito de la semana pasada, Velasco pidió la localización y detención de seis miembros de ETA, casi todos huidos en América Latina, y siete de las FARC.

En ese sentido, Zapatero aseguró el domingo que espera toda la colaboración de Chávez “para perseguir y reducir cualquier espacio de actividad de ETA en cualquier lugar del mundo, incluida Venezuela”.

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