Los trabajadores de British Airways iniciaron el sábado una segunda rueda de huelgas que provocó cancelaciones, dificultades y la frustración de los pasajeros.

Dirigentes sindicales dijeron que 12.000 miembros participan en el paro de cuatro días, apenas una semana después que otra medida de fuerza provocó un caos.

BA ha asumido una posición enérgica contra los huelguistas y prometió hacer viajar a más de tres cuartas partes de los pasajeros. Pero sus servicios en Heathrow se verán severamente afectados _cayendo a un 55% en los viajes cortos y al 70% en los viajes largos_ a medida que se agrava la disputa por salarios y cambios en las condiciones de trabajo.

«Esta es la segunda parte del mayor plan de contingencia que hemos lanzado y nuestro objetivo seguirá siendo transportar a todos los pasajeros que podamos», dijo la aerolínea en una declaración.

Tanto la aerolínea como el sindicato se manifestaron dispuestos a volver a las negociaciones, pero hay pocos indicios de reconciliación de ninguna de las dos partes.

Una primera rueda de huelgas la semana pasada costó a la aerolínea unos 21 millones de libras (31 millones de dólares).

El director general Willie Walsh indignó a los sindicalizados al retirar valiosos beneficios de viajes a los trabajadores que pararon, aduciendo que no eran parte de sus contratos. El sindicato Unite dice que cualquier arreglo debe devolver dichos privilegios.

Las versiones de un informe de BA que aconsejó a los dueños de aerolíneas a darle duro a la cúpula sindical se sumarán a las tensiones reinantes.