Benedicto XVI lanzó este jueves las celebraciones pascuales con una condena del aborto, pero sin abordar los escándalos de pederastia en la Iglesia católica que sacuden a varios países europeos y a EEUU. El Papa recordó que Cristo, «pese a ser cubierto de insultos, no insultaba».
«Maltratado, no amenazaba con venganzas, sino que confiaba en aquel que juzga con justicia», dijo el Papa durante la misa «carismal» celebrada en la basílica de San Pedro ante los sacerdotes de la Diócesis de Roma.
Al contrario de los que algunos esperaban, el Pontífice no abordó el delicado tema de los escándalos por las denuncias contra curas pederastas, pero sí condenó de nuevo el aborto. «Es importante para los cristianos no aceptar una injusticia elevada al rango de derecho, por ejemplo, cuando se trata del asesinato de niños inocentes que aún no han nacido», declaró en su homilía.
«Los cristianos, como buenos ciudadanos, respetan el derecho y hacen lo justo y bueno», pero «se niegan a hacer lo que, en las disposiciones jurídicas en vigor, no es un derecho sino una injusticia», recalcó Benedicto XVI.
La nueva condena del Papa contra el aborto coincide en Italia con la llegada a los hospitales de la península de los primeros lotes de píldora abortiva RU486, cuya comercialización se autorizó en diciembre tras un largo debate parlamentario.
El nuevo presidente de la región de Piamonte, el derechista Roberto Cota, elegido el lunes en las elecciones regionales, reavivó la polémica al pronunciarse a favor «de la defensa de la vida» y de que la píldora se quede «en los almacenes» y no sea distribuida en su región.
Benedicto XVI llamó a los cristianos a ser «personas de paz». «Como sacerdotes, estamos llamados a ser (…) hombres de paz, estamos llamados a oponernos a la violencia y a tener confianza en el mayor poder del amor», añadió.