El único hijo del militar colombiano Libio José Martínez, el rehén más antiguo de las FARC, pidió a la guerrilla que libere a su padre, a quien no conoce pues nació después de que fuera secuestrado hace 12 años.

«Les digo hoy a los guerrilleros, a los señores de las FARC, que por favor liberen a mi padre, que ya son doce años y tres meses de lo que se lo llevaron», imploró hoy Johan Steven Martínez en declaraciones al Canal Caracol de TV.

«Lo quiero ver, quiero abrazarlo, cuando despierte yo quiero pedirle la bendición», subrayó el menor, nacido a los pocos meses de que su padre fuera secuestrado el 17 de diciembre de 1997.

Johan Steven Martínez reiteró su llamamiento a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tras escuchar del sargento Pablo Emilio Moncayo, puesto en libertad el martes, que sus compañeros de secuestro estaban en peligro.

Moncayo, que fue capturado junto a Martínez, señaló ayer tras ser entregado por las FARC que su compañero de cautiverio le había pedido, al igual que el coronel de la policía Édgar Yesid Duarte, que «alguna organización no gubernamental de carácter internacional ayude a gestionar su libertad».

«Espero y ruego a papito Dios que eso pase pronto (el secuestro) y que la vida de mi padre ya no esté en peligro y que mi padre vuelva conmigo pronto», dijo hoy Johan Steven Martínez.

Johan Steven Martínez, que reside en Pasto (sur del país), habló ayer por la noche por teléfono con Moncayo.

«Me dijo que él (Libio José) estaba bien», subrayó el menor.
Con la entrega de Moncayo y de Josué Daniel Calvo, soldado puesto en libertad el domingo pasado tras once meses de secuestro, se redujo a 21 el número de militares y policía que las FARC consideran canjeables por rebeldes presos, incluidos varios extraditados a Estados Unidos.
«Por favor escuchen mis palabras: otra vez les clamo, les imploro que liberen a mi padre», insistió el hijo del militar.