Soldados renegados capturaron al jefe de las fuerzas armadas de Guinea Bissau y detuvieron el jueves por breves momentos al primer ministro, en un aparente golpe de estado en esta nación del Africa occidental donde el presidente fue asesinado hace un año.
La radio transmitía marchas militares, un indicio de golpe militar.
Horas después, los soldados pusieron en libertad al primer ministro Carlos Gomes hijo, mientras cientos de personas se congregaban frente a su despacho gritando “¡Nunca un golpe de estado en Guinea Bissau!”
El ministro de la administración territorial, Luis Sanca, dijo a The Associated Press que él y el primer ministro fueron tomados como rehenes por los soldados a las 8 de la mañana del jueves.
Agregó que fueron conducidos al principal cuartel militar en la capital, donde vieron que el jefe de las fuerzas armadas Zamora Induta también estaba bajo custodia.
Sanca agregó que los soldados lo pusieron en libertad a él junto con Gomes a eso de las 11 de la mañana pero que el jefe militar seguía cautivo.
La nación se ha visto conmovida por golpes y una guerra civil en sus 35 años de independencia de Portugal. El actual presidente de Guinea Bissau ganó una elección el año pasado para suceder al líder anterior, que fue asesinado en marzo de 2009.
La situación política es “incierta” en Guinea Bissau, tras el intento de un grupo de militares de destituir al primer ministro, que se negó a presentar su dimisión, y de que un coronel del Ejército se haya autoproclamado jefe del Estado Mayor Central, ha informado la oficina de la ONU en Bissau.
Valdimir Montero, portavoz de Naciones Unidas en Bissau, dijo que un grupo de militares detuvo a las 11.30 hora local (10.30 GMT) al primer ministro, Carlos Gomes Junior, le llevaron a su despacho y le exigieron su dimisión, que se negó a presentar, mientras el coronel Antonio Indjai, se autoproclamaba jefe del Estado Mayor Central.
Gomes Junior fue trasladado posteriormente a su domicilio, donde se ignora cual es su situación, y, en conversación telefónica desde Bissau, Montero reconoció que “se teme” que pueda ser el principio de un nuevo “golpe de estado”.
Los hechos se produjeron minutos después de que el almirante Bubo Na Tchuto, ex jefe del Estado Mayor de la Armada, acusado de intentar dar un golpe de estado contra el asesinado presidente Joao Bernardo Vieira, abandonara, acompañado por militares, la sede de la ONU en Bissau, donde estaba refugiado desde hace varios meses.
Tchuto, que está acusado de colaborar con narcotraficantes sudamericanos en el traslado de cocaína hacia Europa, huyó a Gambia tras ser acusado de intentar matar a Vieira en 2008, pero regresó hace pocos meses para refugiarse en la oficina de la ONU en Bissau, de donde ha salido este jueves.
Prohibidas las concentraciones
Mientras, el presidente del país, Malam Bacai Sanha, está en Bissau, no se ha visto afectado hasta el momento por los movimientos de los militares y se ha reunido con representantes de la ONU y la Unión Africana (UA) para evaluar la situación, dijo Montero. El coronel Indjai, subjefe del Estado Mayor Central, se proclamó jefe de ese órgano militar tras separar del cargo al almirante Zamora Induta, mientras en la ciudad de Bissau, según explicó Montero, un millar de personas se manifestaban en contra de un eventual golpe de estado y en favor de Gomes Junior.
Ante esta manifestación, Indjai prohibió cualquier tipo de concentración en la calle y amenazó con “disparar” contra quienes se manifiesten. Después de las amenazas de Indjai, “hay poca gentes en las calles y las tiendas están cerradas, mientras la situación es incierta”, reiteró Montero.
Guinea Bissau celebró elecciones presidenciales en julio de 2009, cuatro meses después de que el presidente Vieira muriera tiroteado por un grupo de soldados, aparentemente en venganza por la muerte -el día anterior en un atentado con coche bomba- del jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, general Tagme Na Wai. Las elecciones las ganó Sanha, quien mantuvo como primer ministro a Gomes Junior, que ya ocupaba el cargo con Vieira.