Un total de 25 personas murieron en deslizamientos en las localidades de Niteroi, Sao Goncalo y la ciudad de Río, informó el cuerpo de bomberos, que trabajan en el rescate de personas en áreas de derrumbe. Las autoridades temen que el número de víctimas fatales aumente en el transcurso del día.
Miles de personas esperaban autobuses en medio de la lluvia, mientras otras estaban atrapadas en autobuses y automóviles con el tránsito paralizado por la inundación de las principales vías de la ciudad, convertidas en ríos.
En medio del caos, el gobierno local pidió a los pobladores permanecer en casa mientras la mayor parte de las dependencias públicas y centros educativos de la ciudad no operaron.
“No es recomendable que las personas salgan de casa. Queremos preservar vidas. Las personas van a correr riesgos y complicar el trabajo de la alcaldía”, expresó el alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes.
Advirtió que hay previsión de más lluvias, por lo que pidieron a las personas en áreas de mayor riesgo de deslizamiento dejen sus casas y vayan donde vecinos y familiares. Calculó que 2.000 casas están en peligro de caer o ser soterradas por deslizamientos de tierra.
“Esta es una lluvia absolutamente atípica que vino con una situación de marea alta, una lluvia así no hay ciudad que pueda estar preparada para enfrentar”, dijo Paes en una entrevista con el noticiario de televisión Globo News.
El presidente Luis Inácio Lula da Silva, quien llegó a Río la noche del lunes para una serie de actividades, canceló su programa de visitas de la mañana del martes, cuando tenía previsto inaugurar obras en una barriada pobre.
“Nunca vi nada como esto”, comentó a la AP el taxista Claudio Ribeiro, de 24 años, tras ocho horas preso en el tránsito paralizado.
“Dígame, ¿cómo esta ciudad va a albergar las olimpiadas? ¡Mire este caos! Llevo ocho horas atrapado aquí y no sé cuándo podré llegar a casa”, lamentó el conductor.