El diario The Washington Post criticó hoy en un editorial la débil respuesta del Gobierno de Barack Obama al anuncio de Rusia de que Venezuela gastará 5.000 millones de dólares en armas rusas y a los arrestos de tres opositores al Ejecutivo de Hugo Chávez.
«La respuesta de la administración Obama ha sido minimizar los hechos. Los arrestos políticos han sido respondidos con meras declaraciones de preocupación», indicó el periódico.
«En las últimas dos semanas, el Gobierno (venezolano) arrestó y acusó penalmente a tres importantes líderes opositores. Uno de ellos es un ex gobernador y ex candidato presidencial, quien dijo en una entrevista que Venezuela se ha convertido en un paraíso de narcotraficantes y terroristas», denunció.
«Otro es el propietario de la única cadena de televisión que se atreve a criticar a Chávez y el tercero es un diputado de la Asamblea Nacional que ha denunciado hechos de corrupción que involucran a miembros de la familia del presidente», añadió.
El rotativo hizo referencia a las acciones que se han tomado en Venezuela en las últimas semanas contra el ex gobernador y ex candidato presidencial Oswaldo Álvarez Paz, el presidente de Globovisión, Guillermo Zuloaga, y el diputado Wilmer Azuaje.
En el caso de Álvarez Paz, The Washington Post señaló que Chávez «emprendió acciones» después del auto del juez español Eloy Velasco sobre la presunta complicidad del Gobierno venezolano con el grupo terrorista ETA y con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
«El delito de Paz fue hablar acerca de este asunto», según el periódico, que agregó que el expediente presentado en España «constituye una de las numerosas pruebas que demuestran el apoyo que brinda Chávez al terrorismo, que no ha ocultado su preferencia por las FARC sobre el Gobierno democrático de Colombia», acusó.
En cuanto a la «inundación de armas rusas, dirigidas a intimidar a los aliados más cercanos de Estados Unidos en Latinoamérica», en referencia a Colombia, el diario criticó la respuesta del portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley.
El pasado lunes, después del anuncio de Putin, el portavoz estadounidense declaró: «Nos urge saber qué necesidad de legítima defensa tiene Venezuela para (adquirir) este equipamiento (…) y probablemente podemos pensar en cosas mejores donde se puede invertir en beneficio del pueblo venezolano».
El editorial consideró insuficiente esta respuesta y afirmó que «los colombianos y los venezolanos sólo pueden aspirar a que tal desinterés esté justificado».
El Post indicó que el gasto armamentístico anunciado por Rusia es una «gran cantidad» para un país latinoamericano «que está sumido en una profunda recesión y ocupado racionando su agua, su electricidad y su moneda».
«Lo que supone una señal más del deterioro político, económico y de derechos humanos que se está produciendo en el mayor proveedor de petróleo de Estados Unidos», advritió.
En este sentido recordó que Venezuela ya se ha comprometido a adquirir armas rusas por valor de 4.000 millones de dólares, incluidos tanques T-72, helicópteros MI-17 y aviones de combate «con armas apropiadas para la guerra convencional con la que Chávez ha amenazado reiteradamente a Colombia».EFE