El titular del Interior rumano, Vasile Blaga, presentó este lunes su dimisión después del escándalo provocado por los insultos proferidos el viernes por unos 6.000 policías al presidente en una protesta contra los recortes salariales. “Se trata de una dimisión de honor”, dijo el ministro, que reconoció que los agentes implicados no respetaron su juramento.

La renuncia se produce después de que el jefe de Estado, Traian Basescu, pidiera al primer ministro Emil Boc que resolviera los problemas de disciplina en el Ministerio del Interior. Junto a Blaga han presentado su dimisión los jefes de la Policía y la Gendarmería y otros altos mandos policiales, además de un secretario de Estado.

El ministro recordó hoy que el gesto de unos pocos no puede ser atribuido a todo el cuerpo y aseguró que los responsables serán sancionados según la ley. Los policías implicados llevaron a cabo frente a la residencia del presidente una protesta no autorizada, ya que estaba prevista sólo ante la sede del Gobierno. Su objetivo era manifestarse contra el recorte del 25% de sus salarios.

Los concentrados lanzaron objetos contra el Palacio de Cotroceni y profirieron insultos contra el jefe del Estado. Basescu y Boc renunciaron el viernes al servicio de protección de la Policía en señal de protesta. El presidente denunció el domingo que los manifestantes habían “vulnerado la ley” al lucir en un acto ilegal símbolos del Estado.

El presidente acusó a los policías de “socavar la autoridad del Estado”. Además, el Ministerio del Interior informó la semana pasada de que cinco policías participaron armados en las manifestaciones del viernes.