América Latina debe estar alerta tras el intento de golpe de Estado en Ecuador, ya que situaciones parecidas pueden repetirse en otras partes de la región, advirtió este miércoles el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza.
Insulza dijo que se pensaba que el golpe de Honduras de junio de 2009 que derrocó al presidente Manuel Zelaya fue una excepción en una región que ha gozado por años de estabilidad democrática, durante una sesión extraordinaria en la OEA donde el secretario general dio un reporte de su visita a Ecuador.
“Se intentó otra vez, es posible que si no tenemos los cuidados se pueda producir otra vez”, dijo Insulza, al advertir: “En nuestro continente sigue habiendo quienes a pesar de ser minoría están dipuestos a actuar y aprovechar cualquier coyuntura para provocar desestabilizaciones”.
Insulza reiteró que lo ocurrido en Ecuador el jueves pasado, cuando la policía se rebeló y mantuvo en vilo al presidente Rafael Correa, fue “un intento de golpe de Estado”.
“La acción gremial (de la policía) no tenía ninguna justificación”, dijo el titular de la OEA, quien viajó a Quito un día después de la sublevación de los policías, quienes exigían la derogación de una ley que eliminó bonificaciones para los servidores públicos.
“La intención de otros que estaban en esta actividad que no fueron vistos en primera fila era de llevar esta insurrección hasta una desestabilización del gobierno”, subrayó.
El golpe se evitó por la falta de apoyo popular de la rebelión, dijo Insulza, mientras hizo un llamado a sancionar a los responsables.
El secretario general resaltó las grabaciones que se han conocido de la radio de la Policía en las que se puede escuchar a supuestos agentes que instigaban a matar al presidente durante la rebelión, que dejó 10 muertos.
“La democracia en Ecuador es sólida, ha resistido un ataque importante. El país ciertamente fue dañado por lo que ocurrió, pero tiene el liderazgo suficiente para salir adelante”, dijo al calificar la situación actual en el país sudamericano de “estable”.
Insulza llamó a contrarrestar “la situación de fuerte riesgo” en la región ante posibles nuevas desestabilizaciones, con un “esfuerzo” en todos los países para profundizar “el diálogo y la amistad cívica”.
La representante de Ecuador en la OEA, María Isabel Salvador, afirmó que los hechos en ese país fueron producto de “un sector de viejos golpistas que quisieron aprovecharse de un hecho coyuntural”.
El nicaragüense Denis Moncada acusó a Estados Unidos de estar detrás de la rebelión y la venezolana Carmen Velásquez afirmó que “se busca el efecto dominó contra los miembros del ALBA (Alianza Bolivariana de los pueblos de América)”, que incluye a países como Venezuela, Cuba, Ecuador, Bolivia y Nicaragua.
Pero Insulza afirmó que no existe ningún “rastro o huella” que pueda hacer “presumir la participación de ningún país o fuerza extranjera en lo que ocurrió en Ecuador”.
Estados Unidos condenó los hechos violentos en Ecuador y manifestó su apoyo al presidente Correa, subrayó el representante de Washington, Milton Drucker, quien agregó que “cualquier insinuación de un tipo de agenda diferente es falsa y lamentable”.
El martes, el canciller ecuatoriano Ricardo Patiño dijo que su gobierno cree “firmemente” que Estados Unidos no estuvo detrás de la rebelión, pero afirmó que no le extrañaría que sí hubieran participado “grupos de poder” de ese país.
“Yo creo firmemente que el señor (presidente de Estados Unidos Barack) Obama no habrá tenido nada que ver con esto. Espero, confío en que sus principales autoridades tampoco”, señaló Patiño en Quito. AFP
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