Internacional

El vertido tóxico ya alcanza el Danubio pero es menos contaminante

La contaminación de lodo tóxico que afecta al suroeste de Hungría ha llegado ya hasta el río Danubio, aunque la concentración de metales pesados en las aguas es muy reducida y el riesgo de contaminación más bajo.

Así lo anunció la portavoz de la Oficina de Catástrofes, Gyorgyi Tuttos, que explicó que el ph del agua contaminada ha bajado desde el valor 13 de ayer, incompatible con la vida, hasta 9, más cercano al punto de inocuidad.

De acuerdo con un funcionario del Departamento del Agua, las muestras de agua recogidas en la confluencia del río Danubio con el afluente Raab revelan “una tasa ligeramente más alta de alcalino de lo normal, entre 8,96% a 9,07%”, mientras que lo habitual es del 8%.

La portavoz de Oficina de Catástrofes, Gyorgyi Tuttos, explicó que este jueves sobre las 07.27 GMT la ola de “barro rojo” alcanzó este afluente, a unos 20 kilómetros del Danubio, aunque aseguró que el PH del agua ha bajado hasta 9,2, después de que este miércoles hubiera alcanzado un valor de 13, incompatible con la vida.

El lodo rojo, producido por un accidente industrial y que ha anegado los condados de Veszprem, Gyor-Moson-Sopron y Vas, amenaza ahora el ecosistema del río más grande del país y el segundo de Europa, con una tasa de residuos alcalinos superior a la normal. Las autoridades húngaras han iniciado una investigación criminal para conocer las causas del derrame.

Después del río Marcal -ya contaminado, la contaminación ha llegado al Danubio en la mitad del camino entre Viena y Budapest. El río llega a Croacia a unos 155 kilómetros al sur de la capital húngara, luego va a través de Serbia, Bulgaria, Moldavia, Ucrania y Rumania antes de llegar al Mar Negro.

La rotura de una balsa de acumulación, propiedad de la empresa fabricante de aluminio MAL Zrt, provocó el lunes el derrame de un millón de metros cúbicos de lodos altamente tóxicos. Cuatro personas, entre ellas un niño, fallecieron en el accidente y otras seis se encuentran desaparecidas.

El presidente de la organización ecologista Greenpeace en Hungría, Zsolt Szegfalvi, destacó que se trata de la catástrofe más grande de Europa relacionada con el llamado barro rojo.

Por su parte, el primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha asegurado que “no se puede vivir” en la zona del desastre. Orban, que está visitando los pueblos afectados, anunció que habrá que cercar y aislar las zonas más contaminadas de Kolontár, uno de los pueblos arrasados por la ola tóxica.