El presidente de Bolivia, Evo Morales, promulgó hoy una ley contra el racismo sin modificar dos polémicos artículos que rechazan la mayoría de los medios del país, por considerar que amenazan la libertad de expresión, al tiempo que los periodistas anunciaron medidas de presión a mediano plazo.
“Por fin, aprobamos una ley contra el racismo, una ley para acabar con el racismo y la discriminación”, dijo el mandatario tras estampar su firma en el texto en el Palacio, ante sus ministros, diputados y senadores y representantes de movimientos afines.
La norma fue promulgada horas después de que el oficialismo que controla el Senado aprobará la ley, en medio de protestas de la oposición, cuyos legisladores asistieron a la sesión vestidos como presidiarios.
En su discurso, Morales admitió que hay “muchas diferencias” entre los sectores que han debatido la nueva norma, pero reiteró que “sólo busca la igualdad entre los bolivianos y las bolivianas”, lo que hará que haya una “verdadera democracia” en el país.
El artículo 16 de la norma establece sanciones económicas e incluso el cierre de medios que publiquen lo que el Gobierno considere “ideas racistas y discriminatorias” y el 23 fija que los periodistas y dueños de medios acusados de racismo no podrán acogerse a fuero alguno al ser procesados.
Sobre las quejas de los medios y los periodistas que aseguran que esos apartes de la ley coartan la libertad de expresión, Morales dijo que ésta “está garantizada” y lamentó que muchos profesionales de la prensa se escuden en ella para la “ofensa y la humillación”.
El director ejecutivo de la Asociación Nacional de la Prensa (ANP), Juan Javier Zeballos, dijo a Efe que “ha sido doloroso ver a los senadores ignorar el clamor de los periodistas, del pueblo, de organismos internacionales para consumar el entierro de la libertad de expresión”.
La ANP asocia a los directores de diarios de Bolivia que el jueves realizaron de forma casi unánime una protesta inédita al dedicar sus portadas enteras a un mensaje único: “Sin libertad de expresión no hay democracia”.
La ANP ha anunciado que recolectará firmas de la población para pedir al Congreso un referendo sobre la vigencia de esos dos polémicos artículos que consideran una “mordaza” para la prensa.
Tras la promulgación, la Confederación Sindical de Trabajadores de la Prensa de Bolivia (CSTPB) ratificó su rechazo a la norma.
El secretario ejecutivo de la CSTPB, Pablo Zenteno, dijo que la organización está preparando una queja formal ante la Organización de Estados Americanos (OEA) y pedirá al relator de la libertad de expresión de la ONU que interprete la norma, ya que en su opinión viola la Constitución boliviana.
Zenteno aseguró que el sector periodístico no participará en la reglamentación de la ley, ya que “la libertad de expresión no puede ser reglamentada”.
“Con la promulgación de esta ley, se ha embargado la voz y el pensamiento de todos los ciudadanos”, dice un manifiesto de los periodistas bolivianos.
Zenteno y más de medio centenar de periodistas levantaron la huelga de hambre que iniciaron esta semana para presionar al Senado.
Periodistas y ejecutivos de medios han dicho que no se oponen a toda la ley, porque también están contra el racismo, sino que les preocupa que quien decida sobre los artículos polémicos sea Morales, que acusa de racistas a quienes se le oponen o le critican.
Hoy el presidente venezolano, Hugo Chávez, habló en una videoconferencia con Morales sobre una operación económica con el sistema de compensaciones “Sucre” y le alabó por su origen indio.
“En Bolivia tuvo su asiento una de las civilizaciones más antiguas de este mundo: la civilización aimara, india. Evo es un aimara. ¡Vivan los indios! Nosotros somos indios con orgullo, aquí a nadie le de pena que le digan indio”, afirmó Chávez desde Caracas.
Al defender esa norma, Morales ha criticado que algunos usen despectivamente el término “indio” para los nativos aimaras o quechuas. EFE
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