Culminó el encamisamiento del túnel para el rescate de los mineros chilenos
Una de las operaciones vitales para el recate de los 33 mineros sepultados en la Mina San José de Chile ha concluido a las tres de esta madrugada: el encamisamiento o entubación del túnel por el que serán transportados a la superficie. El proceso ha concluido con seis horas de antelación sobre lo que habían previsto los técnicos.
Una vez concluido ese paso los servicios de rescate levantarán una torre que izará la cápsula por donde subirán los trabajadores atrapados. A lo largo del día de hoy se revisarán con una cámara de alta definición los 622 metros del acceso. Después, se introducirá la cápsula vacía y se harán varias pruebas con ella. Si todo va bien, el rescate podría producirse antes del miércoles.
Los 33 mineros conocerán hoy su orden de salida después 66 días atrapados a 700 metros de profundidad. Los psicólogos trabajan ahora con ellos para que se preparen para retomar su vida en el exterior.
Un ratón en la cabeza
El psicólogo Alberto Iturra se levantó la mañana del miércoles con la imagen de un ratón en la cabeza. El ratón llevaba un casco de mina, se encontraba parado ante una trampa y en la trampa había un queso. Iturra bajó de su cama hacia el despacho que tiene en su casa del pueblo de Caldera, frente al océano Pacífico. Escribió cuatro folios, imprimió 33 copias de cada uno, se montó en su coche y una hora después los 33 hombres enterrados en la mina San José recibían, a 700 metros bajo tierra, cuatro folios que comenzaban así: “Estimado y respetado minero: queremos compartir con ustedes el documento que se usa en la NASA (gentileza del psicólogo Albert Holland) para los astronautas que vuelven luego de una misión en el espacio. Como ustedes se darán cuenta, tiene que ver casi en todo menos en lo de los ratones (nosotros no pudimos encontrar un león que quisiera encontrar un filete para cambiar la imagen)”.
En el siguiente párrafo, Iturra les explica que al derrumbarse la mina, el 5 de agosto, se iniciaron dos maratones: el de los mineros abajo por la supervivencia y el de sus familias arriba por la estabilidad. Les advierte de que las dos carreras no van a concluir con el rescate y les aporta una foto para que se hagan una idea de lo que les espera. En la imagen se ve un ratón (usted), la trampa (posibles), el queso (la alegría de regresar a la casa) y el casco sobre la cabeza del ratón (preparación contra posibles trampas). El queso representa sus expectativas, el regreso a la “normalidad” del hogar, sus comidas favoritas, el descanso… Las trampas llegarán cuando la forma en que se imagina el regreso no coincida con la realidad (“a veces los niños muy pequeños no desearán acercársele ni abrazarle, su esposa puede estar exhausta y tal vez necesite dormir en vez de conversar”). Y el casco será la preparación necesaria que pueden recibir en forma de consejos.
Al día siguiente, cuando la perforadora contactó con el túnel, Iturra se levantó dos horas antes, volvió a escribir dos folios y a las 9 de la mañana ya les había enviado 33 copias de ellos. “Su esposa enfrentó desafíos diferentes y ha adquirido nuevos conocimientos y habilidades. Necesitarán un proceso gradual de ajuste y reintegración. Puede hablar con su esposa sobre los momentos difíciles que ha pasado cuando se sienta listo para ello, pero no caiga en el juego de “lo pasé peor que tú” (para cada persona la experiencia es igual de importante y las sensaciones de dolor, esfuerzo o éxito son únicas)”.
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