El primer ministro francés, Francois Fillon, confía en que la distribución de combustible vuelva a la normalidad “en cuatro o cinco días”, después de que el Gobierno haya tomado medidas para resolver los bloqueos recientes generados en plena ola de protesta por la reforma de las pensiones.
Fillon se refirió a este “plan de transporte” en la Asamblea Nacional. La comisión está liderada por el secretario de Estado de Transportes, Dominique Bussereau, según informan los medios locales.
Francia vive este martes su octava jornada de huelga contra la reforma de las pensiones, la sexta desde junio. Los principales efectos de estos paros se han dejado notar en los transportes y han incrementado las últimas protestas en torno a las refinerías, lo que ha limitado en algunas zonas la existencia de combustible.
El Ejecutivo ha señalado que unas 4.000 estaciones de servicio sufren este martes carencias de suministro, aunque por regiones las más afectadas son Normandía y la zona suroeste del país.
Los sindicatos calculan en 330.000 el número de personas congregadas este martes en la manifestación de París, una estimación similar a las cifras aportadas durante la movilización del 12 de octubre.
La Policía estima, sin embargo, en 60.000 el número de asistentes, unos 5.000 menos que los que habrían acudido a la manifestación hace una semana, según los datos oficiales.
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