Judicial Nacional

Juez encuentra mérito para culpar a alto oficial de la Policía por asesinato de su esposa

El pasado 20 de octubre el juez Norberto Ferrer Borja, emitió fallo condenatorio en contra del entonces comandante operativo de la policía en el Tolima, coronel Joaquín Enrique Aldana Ortiz, al encontrársele pruebas suficientes que lo incriminan de manera estrecha con la salvaje muerte de su propia esposa Érika Cecilia Yeneris, ocurrida entre el 7 y el 8 de septiembre del 2009.

El Juzgado Primero Penal del Circuito señaló que existen mérito suficientes para emitir el fallo, a pesar de lo expresado por el representante del Ministerio Público procuradora judicial Martha Peñalosa Arias, que aunque pidió la condena del alto oficial, solicitó estudiar al despacho una posible atenuante del crimen, como la ira e intenso dolor que lo llevó a cometer semejante atrocidad.

De acuerdo con los investigadores de la Fiscalía General de la Nación, la señora Erika Cecilia Yenerys discutió con su esposo, el coronel Joaquín Aldana, en las escaleras de su casa en el barrio Piedra Pintada en Ibagué, allí le propinó varios golpes en la cabeza con un objeto contundente, el cual nunca apareció.

La fuerte golpiza la llevó a perder la conciencia, por lo que el alto oficial, según los investigadores, empezó a cortarle el rostro y luego a desmembrarla en el baño, aún estando viva, como lo revelaron los resultados de la autopsia.

Con el empleo de prácticas avanzadas en investigación, los funcionarios delegados del Cuerpo Técnico de Investigaciones, enviados desde Bogotá, se hallaron rastros de sangre en varias rendijas de la casa.

Luego de desfigurarle el rostro, el homicida le hizo más de 50 cortes con un bisturí, acto seguido, procedió a arrancarle las yemas de los dedos, para dificultar la identificación y por último esparció los restos en una zona agroindustrial, señalan los investigadores después de un año de estar acuñando las pruebas y reconstruyendo el pavoroso crimen que consternó a la capital tolimense.

Crimen que se empezó a conocer cuando varios campesinos de la región hallaron partes de un cuerpo desmembrado en septiembre de 2009.

Otra de las pruebas recolectadas por los investigadores fueron los mensajes encontrados en el chat de Érika Cecilia, el cual fue descubierto por su propio esposo, ya que le tenía interceptado el computador y que motivó la fuerte discusión.

Los funcionarios del CTI practicaron cerca de 80 entrevistas y decenas de pruebas científicas que demuestran que el coronel Joaquín Aldana tuvo “móvil, modo y oportunidad de asesinar a la mamá de sus dos hijas”.

Con las suficientes pruebas que se han encontrado hasta la fecha, el alto oficial podría estar recibiendo una condena de hasta 40 años de prisión.

Por lo pronto el Juzgado Primero Penal del Circuito otorgó el traslado a las partes del artículo 447 del Código Penal, en el sentido de individualizar la pena y sentencia que debe recibir Joaquín Aldana, así mismo, que siga detenido en el sitio original de su confinamiento, pero podría ser enviado a una cárcel común al momento de conocerse el tiempo que purgará en un centro carcelario.
Mientras tanto, el abogado defensor consider
a señaló que apelará la sentencia, ya que considera que no hay ninguna prueba contundente que demuestre la culpabilidad del ex oficial e insiste en que tiene una lesión en la mano derecha que le habría impedido realizar el horroroso crimen.