En un amplio reportaje a la edición española de la revista GQ, Shakira le dijo al presidente de Francia, Nicolás Sarkozy: «Todos somos gitanos».
Y es que gracias a la fama que la música le ha brindado a Shakira también se ha convertido en una de las ‘celebrities’ del mundo del espectáculo más solidarias del momento.
En el reportaje de la revista GQ, Shakira hace un pequeño repaso a sus últimos meses, a la grabación de su nuevos disco, ‘Sale el sol’, aunque centra gran parte de su entrevista en sus labores humanitarias y sociales que, aparte de sus giras y sus grabaciones, ocupan gran parte del poco tiempo que le queda libre.
Y es que esta artista no sólo cuenta con su propia organización benéfica, Pies descalzos, sino que, además, colabora fervientemente con todo tipo de actor y eventos solidarios con el fin de ayudar a los más desfavorecidos.
Aunque entre concierto y grabaciones le queda poco tiempo libre, Shakira afirma dedicarle «muchas horas al día a todo este trabajo social, igual que ala fundación América Latina en Acción Solidadria (ALAS)». Además, su constante implicación en labores sociales también la han llevado incluso a trabajar con Obama en defensa de la educación «en los jóvenes latinos».
La cantautora colombiana también increpó al presidente Sarkozy tras el controvertido tema de la expulsión de Francia de los gitanos. Como si estuviera cantándole una estrofa de uno de sus últimos éxitos, Gypsy, la colombiana no duda en enfrentarse al jefe de Estado dedicándole las siguientes perlitas: «Todos somos gitanos».
Shakira, de origen libanés y raíces italianas, añade en su entrevista: «Lo que les pasa ahora a ellos les pasará a nuestros hijos y a los hijos de nuestro hijos. Debemos recurrir a la acción ciudadana por los derechos fundamentales del ser humano y denunciar todo lo que nos parece denunciable».
Ese tiempo que dedica la artista a los demás es casi un milagro, porque el día a día de Shakira es una gran locura, tal y como ella misma confiesa a lo largo de la entrevista.
Se despierta tras ocho horas de sueño y con un hambre «de leona», se mete en el gimnasio durante 40 minutos a «sudar la gota gorda» y después dedica gran parte del día a preparar sus nuevos temas, giras o conciertos.
Confiesa que gran parte de su inspiración la sigue sacando de Pablo Neruda, del «humor de Oliviero Girondo o la densidad de Marguerite Yourcenar». Para la danza, «Loie Fuller fue un gran hallazgo», que le ayudó a preparar los bailes de algunas de sus anteriores giras. «A mí me han amamantado con esos ritmos», explicó.