Los republicanos tomaron el control de la Cámara de Representantes tras el rechazo de los votantes al gobierno de Barack Obama, en el cambio de mayoría más contundente en ese cuerpo en más de 70 años, mientras que el oficialismo retuvo su dominio del Senado pese a perder algunas bancas.
El escrutinio mostró el miércoles que Obama enfrentará ahora una posible parálisis legislativa que podría empantanar sus iniciativas en los dos años que le quedan a su mandato. Aun cuando los demócratas controlaban las dos cámaras, se le había hecho muy difícil aprobar sus leyes prioritarias.
La derrota de Obama y los demócratas es una muestra de los temores que sienten los estadounidenses sobre su futuro y de su enojo sobre la economía cuando el desempleo permanece cerca del 10%.
La elección sirvió también como la prueba clave para el movimiento ultraconservador Tea Party, nacido hace dos años por la furia de muchos ante lo que consideran una expansión excesiva del gobierno. El movimiento presentó candidatos republicanos, no siempre apoyados por la estructura partidaria, y algunos ganaron en distritos importantes.
El Partido Republicano no tiene antecedentes que lo puedan ayudar a lidiar con estos nuevos legisladores, que probablemente exijan soluciones radicalmente conservadoras a los problemas del país.
Resultados parciales mostraban que los republicanos se llevaron al menos 60 escaños de la cámara baja y llevaban la ventaja en cuatro puestos más, mucho más de lo necesario para tener una mayoría. En unos veinte distritos, la competencia era aún demasiado reñida para determinar un ganador.
En su noche victoriosa, los republicanos también ganaron al menos seis bancas en el Senado, incluidos los favoritos del Tea Party Rand Paul, de Kentucky, Mike Lee, de Utah, y el cubano-estadounidense de Florida Marco Rubio.
Además, hispanos republicanos lograron triunfos históricos: en Nuevo México, Susana Martínez se convirtió en la primera mujer hispana en ganar una gobernación y, en Nevada, Brian Sandoval será el primer mandatario de esta minoría.
En la elección estaban en juego los 435 escaños de la cámara baja y 37 de los 100 del Senado. También 37 estados eligieron gobernadores.
El republicano John Boehner, que se apresta a reemplazar a Nancy Pelosi como presidente de la cámara baja, dijo que los resultados eran “un repudio a Washington, un repudio al gobierno grande y un repudio a los políticos que se niegan a escuchar al pueblo”.
La mañana del miércoles, Boehner afirmó además que el electorado le dio la autoridad para derogar la reforma de la salud del gobierno, la que calificó de “monstruosidad”. Sin embargo, es difícil que ese plan logre avanzar mientras los demócratas sigan en control del Senado y Obama mantenga el poder de veto.
Obama llamó a Boehner y al líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, para felicitarlos. AP
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