El derecho a la Salud es la principal preocupación de La Fundación Rasa, una organización sin ánimo de lucro que desde hace varios años lidera en Colombia la protección de los pacientes.
Gustavo Campillo, presidente de la Fundación, nombrado como uno de los lideres más influyentes del país el año pasado, está promoviendo el conocimiento de una iniciativa en pro de la defensa de estos derechos, en la que todos los colombianos sepan qué es el “consentimiento informado”.
Se trata de un documento que se firma cuando el paciente ingresa a un centro de salud. Este consentimiento requiere que antes de recibir cualquier tratamiento, la persona esté completamente informada sobre los beneficios que obtendrá y los riesgos que puede correr. “Por ello, el consentimiento informado es de gran importancia ya que de una correcta decisión concertada entre mi médico tratante y yo depende el éxito o fracaso de mi tratamiento”, concluyó Campillo.
El problema es que este consentimiento suele tomarse en situaciones críticas, cuando el dolor es intenso, la persona o su familia está muy estresada o existe el temor de que el paciente se agrave, en estos casos tomar una decisión correcta requiere del compromiso ético del profesional de la salud para informar con claridad a los pacientes y/o familiares responsables cómo será el procedimiento, de qué calidad es el medicamento que recibirá y cuáles son los escenarios que pueden presentarse si hay complicaciones.
Campillo afirma que, “el médico no puede bajó ningún aspecto ejercer el acto médico sobre mi cuerpo sin mi consentimiento, por ello está en la obligación legal de brindarme toda la información que sea necesaria y suficiente para permitirme tomar mi propia decisión. De lo contrario, estaría violentando mi derecho a la autodeterminación o libre desarrollo de la personalidad, derecho de carácter fundamental tal y como lo establece la Constitución Colombiana, además estaría incurriendo en falta grave a la ética profesional de acuerdo a lo establecido en la Ley de Ética Médica”.
¿Quiénes pueden firma el Consentimiento informado?
Sólo un adulto puede otorgar la autorización para firmar un documento de consentimiento. En situaciones urgentes, como cuando el paciente está en peligro de muerte o daños inminentes, se pueden desarrollar acciones encaminadas a salvar su vida sin su consentimiento, pero cuando el paciente está consciente siempre debe recibir información y si el médico o el personal de salud no lo hace el paciente o su familia está en todo su derecho de solicitarla.
El consentimiento informado debe ser leído y comprendido por el paciente y al momento de la firma se asume que el paciente entendió lo que puede pasarle. Este acto de responsabilidad médica beneficia también a los trabajadores de la salud ya que hacerlo evita que el profesional médico se pueda ver obligado a asumir alguna responsabilidad legal.
Todo tratamiento, incluso el más ordinario, debe hacerse con el consentimiento del paciente. Existen por lo menos tres situaciones claras en las cuales no se cuenta con dicho consentimiento: 1) cuando el estado mental del paciente no es normal; 2) cuando el paciente se encuentra en estado de inconsciencia y 3) cuando el paciente es menor de edad.
Qué dice la ley en Colombia
La Corte Constitucional en la Sentencia T-401 de 1994, establece como un derecho del paciente la autonomía y manifiesta aspectos tan importantes como que: “Todo paciente tiene derecho a rehusar la aplicación de un determinado tratamiento sobre su cuerpo. Sin embargo, el hecho de no manifestarlo y de aceptar las prescripciones clínicas, es un indicio suficiente para considerar una aceptación tácita que puede bastar para que el médico proceda con su tratamiento”.
Al momento de someterse a una radiografía, una cirugía, una trasfusión de sangre o un cambio de medicamento, entre otros, el paciente tiene derecho a que el médico le dé una descripción de las alternativas al tratamiento propuesto, incluyendo el no tratarse. Y en todo caso le debe dar toda la información para que cuando firme el documento que le entreguen en el hospital sea realmente un consentimiento informado y no sólo la firma a las carreras de algo que no entiende.
Gustavo Campillo es contundente al afirmar que cuando se obliga a un paciente a firmar algo que desconoce se está obrando bajo presión lo cual no es correcto, ético ni legal. Garantizar este derecho es una prioridad en las empresas de salud de hoy y si de verdad se quiere hacer respetar el “consentimiento informado” de los pacientes, se requiere de la voluntad ética de los profesionales de la salud y del compromiso de los directivos de los Hospitales y EPS en la prestación de servicios de salud con calidad y respeto por la humanidad de sus pacientes.