Unos 23 presuntos traficantes de drogas fueron abatidos por la policía en Rio de Janeiro tras cinco días de enfrentamientos con criminales cuyo modus operandi se caracteriza por incendiar vehículos y atacar puestos policiales, según el último balance oficial divulgado este jueves.
Por la mañana del jueves, aún sin acciones policiales consignadas por las autoridades, los delincuentes continuaban perpetrando incendios en los suburbios de la zona norte de la ciudad que será sede del Mundial de fútbol en 2014 y organizadora de los Juegos Olímpicos de 2016
Dos autobuses estaban en llamas, para un total de seis incendiados durante la noche, según la policía militar, que reforzó el número de efectivos movilizados, apoyados por helicópteros y blindados.
Diez personas que resultaron detenidas en Rio, todas acusadas de traficar drogas, fueron transferidas en la noche de miércoles a jueves hacia prisiones de máxima seguridad de los estados de Paraná (sur) y Rondonia (norte), a miles de km de Rio de Janeiro.
Según la policía, un operativo está previsto el jueves en la favela de Vila Cruzeiro, en el barrio de Penha (zona norte de Rio), en donde según las autoridades se atrincheraron narcotraficantes tras la instalación de Unidades de Policía Pacificadora (UPP), en 13 favelas de la ciudad de las cuales fueron expulsados.
Las autoridades afirman que la violencia es una respuesta a la creación de esas UPP hace dos años. Los puestos policiales tienen por objetivo recuperar para el estado el control de territorios en manos de criminales en las favelas.
Desde el domingo, 47 personas fueron arrestadas, algunas de ellas con botellas con gasolina en su poder. Armas y drogas fueron incautadas y 112 personas fueron interrogadas, según la policía.
El portavoz de la policía militar, el coronel Lima Castro, dijo el miércoles por la noche que «17.500 hombres están en estado de alerta». AFP