Decenas de personas que buscaban asilo habrían muerto el miércoles, después de que grandes olas destruyeron su bote de madera contra las rocas en la Isla Navidad en el Océano Indico, hundiendo la nave y lanzando entre 70 a 80 personas al mar.
Imágenes de televisión mostraron que el bote golpeó las rocas con la proa, por lo que se rompió y hundió, y sus pasajeros, incluidos mujeres y niños, fueron lanzados por las olas contra filosas rocas.
“Hay gente en el agua pidiendo ayuda. Se está desarrollando una tragedia aquí”, dijo el presidente del condado de Isla Navidad Gordon Thomson a medios australianos.
Medios locales dijeron que 41 personas habían sido rescatadas, pero unas 30 siguen desaparecidas después de que el bote fue destruido cerca de las 6.00 hora local (2300 GMT). El servicio médico Flying Doctors de Australia dijo que los muertos podrían llegar a 50 con “cerca de 33 heridos”.
“Lanzamos cuerdas sobre los acantilados y hasta ahora habremos lanzado unos doscientos chalecos salvavidas. Cerca de 15 ó 20 personas lograron atrapar un chaleco, pero el agua está llena de cuerpos”, dijo un residente de la Isla Navidad, quien quería permanecer anónimo, al periódico West Australian.
“Hay bebés muertos, mujeres muertas y niños muertos en el agua”, agregó.
El primer ministro del estado de Australia Occidental, Colin Barnett, dijo: “Si bien muchos detalles sobre esta tragedia aún no han sido confirmados, entiendo que ha habido una gran cantidad de fallecidos”.
“Las condiciones en el océano frente a la Isla Navidad son extremadamente peligrosas”, dijo en un comunicado.
La primera ministra australiana, Julia Gillard, dijo que ella habría regresado desde sus vacaciones de Navidad para garantizar que esté totalmente informada sobre la operación de rescate.
Un sobreviviente dijo a la policía australiana que había unas 70 a 80 personas a bordo de la embarcación, que parecía ser indonesia. La policía dijo que creía que la mayoría de los pasajeros eran iraquíes.
El concejal de Isla Navidad Kamar Ismail dijo que las víctimas parecen ser en su mayoría de origen en Oriente Medio.
“Fue horrible. Vi a una persona morir frente a mí y no pude hacer nada para salvarla”, dijo Ismail.
“Bebés, niños de quizás tres o cuatro años, ellos se sujetaban de trozos de madera, ellos gritaban ‘auxilio, auxilio, auxilio’, nosotros les estábamos lanzando chalecos salvavidas, pero muchos no podían nadar unos pocos metros para alcanzarlos”, agregó.
Un bote de la Armada australiana y un navío de aduana esperaban rescatar a algunas personas. Reuters