La ex congresista, Piedad Córdoba, no hará uso de los recursos legales a que tiene derecho para defenderse ante la Procuraduría General de la Nación, que hace poco la destituyó e inhabilitó para el ejercicio de cargos públicos, informó la abogada de la dirigente opositora, María Jimena Castilla.

La jurista anunció la decisión de Córdoba en un mensaje a ese órgano estatal de control disciplinario del funcionariado que fue difundido hoy por el portal de la ex congresista en Internet.

En la nota, Castilla notificó que no adelantará ante el Ministerio Público ninguna gestión relacionada con los procesos o actuaciones que “allí se pretenda adelantar contra la ciudadana Piedad Esneda Córdoba Ruiz, mientras sea Alejandro Ordóñez el procurador general de la nación”.

Ordóñez procesó y sancionó a Córdoba por haber, supuestamente, colaborado y promovido a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), grupo guerrillero ante el que ha intercedido para la puesta en libertad de una docena de rehenes.

Por un fallo de finales de septiembre pasado que fue confirmado un mes después, el procurador destituyó a la senadora y la inhabilitó por 18 años para el ejercicio de cargos públicos.

Además de este proceso, Ordóñez anunció posteriormente la apertura de otra causa disciplinaria contra ella por presuntos nexos con las FARC.

“A Piedad Córdoba se le sanciona por sus pensamientos, no por sus actos”, dijo la letrada, para quien Ordóñez “carece de toda legitimidad para volver a investigar y sancionar” a la ex senadora.

La abogada de Córdoba notificó: “los hechos que ahora se le pretenden imputar, con el único propósito de sancionarla nuevamente, sean o no ciertos, es algo que no discutiremos con quien ha violado los más elementales preceptos éticos como ciudadano, abogado, procurador general y como cristiano declarado”.

Según ella, “no ha honrado ni sus juramentos ni su fe y se ha dejado llevar por su racismo, misoginia, homofobia, entre otros prejuicios, que arremeten contra los principios de la democracia que juró defender sobre la Constitución, no sobre la biblia y de los verdaderos creyentes, porque sería reconocerle algo de legitimidad”.

EFE