Muchos de sus amigos y seguidores desean que los restos del ex mandatario Carlos Andrés Pérez, fallecido en Estados Unidos el sábado, descansen en Venezuela, pero sus familiares están divididos entre repatriar o no sus restos bajo el gobierno del presidente Hugo Chávez.
Chávez, que en 1992 encabezó un golpe de estado fallido contra Pérez, tomó parte del debate y expresó el domingo que la familia de Pérez “tiene todo el derecho de traerlo acá y darle cristiana sepultura”.
Poco después de las declaraciones de Chávez, una de las hijas del ex presidente fallecido, María Francia Pérez, ratificó que no llevarán a su padre a Caracas porque él “nunca estuvo de acuerdo con regresar (a Venezuela) con gobiernos antidemocráticos como el actual”. Ella afirmó que los restos serán sepultado el miércoles en Miami.
En Caracas, sin embargo, su hija Carolina manifestó que “nosotros como familia pensamos que él merece ser enterrado aquí en su país, un país por el cual luchó tanto, por el que dio tanto”.
“Creemos que Venezuela tiene derecho de decirle el último adiós a un hombre que lo dio todo por Venezuela”, dijo Carolina en una entrevista divulgada el lunes por la radio colombiana Caracol. “El merece tener un sepelio en Venezuela”.
Algunos temen que los restos del ex mandatario puedan ser profanados e incluso saboteado su funeral de realizarse en Venezuela.
“Soy de los que creen que sin distinción los muertos merecen respeto; pero hay mucho odio de por medio”, dijo a la AP Sergio La Cruz, un administrador de 31 años.
“Entiendo a la familia que no quiere arriesgarse a que alguien haga una mamarrachada (algo no merecedor de respeto)”, agregó.
Xiomara Flores, una vendedora ambulante de 52 años, afirmó “yo estoy con el proceso (el gobierno de Chávez), pero no me engaño, es mejor que lo dejen allá tranquilito, ya después veremos”.
Pérez, quien en 1993 salió del poder antes de terminar su segundo mandato en medio de un escándalo de corrupción, falleció el sábado en un hospital del sur de la Florida, Estados Unidos. Tenía 88 años.
A finales del 2003 tras un ataque cerebro-cardiovascular, quedó paralizado de su mano, brazo y pierna derechas. Desde entonces sus apariciones públicas habían sido esporádicas.
Si bien fue uno de los políticos más carismáticos e influyentes de Latinoamérica, su carrera presidencial quedó truncada en su segundo mandato, cuando se convirtió en el primer jefe de estado en abandonar el poder por hechos de corrupción.
Pérez tenía pendientes en el país dos juicios por enriquecimiento ilícito y por los violentos disturbios callejeros de 1989, conocido como el “caracazo”, donde murieron al menos 300 personas, y que Chávez repetidamente dice que fue “la chispa que encendió el motor de la Revolución Bolivariana”.
Tras ese hecho se produjo el fallido golpe militar que abrió el camino a Chávez para iniciar su carrera a la presidencia, cargo que logró al ganar las elecciones de diciembre de 1998.
AP