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Médicos optimistas por condición de congresista Giffords

Los médicos de la congresista Gabrielle Giffords se mostraron optimistas sobre sus posibilidades de sobrevivir tras ser baleada en la cabeza y dijeron estar “muy animados” porque puede responder a órdenes simples y porque lograron controlar sus hemorragias.

En tanto, las autoridades investigaban el motivo porque un hombre armado mató a seis personas e hirió a 14 en total al atacar con un arma semiautomática una reunión de la congresista con votantes afuera de un supermercado de Tucson.

Entre los muertos había un juez federal, un empleado de Giffords y una niña de nueve años nacida el 11 de septiembre de 2001, el mismo día de los ataques terroristas.

La bala atravesó la cabeza de la demócrata Giffords del lado izquierdo de su cerebro, pero aún puede responder a órdenes, como la de cerrar una mano o levantar dos dedos, dijeron los cirujanos. El hecho que esté viva, dijeron, se debe entre otras razones a la buena suerte y a que los paramédicos la llevaron al quirófano en menos de 40 minutos.

“Esta es prácticamente la mejor situación posible”, dijo el cirujano Peter Rhee. “Cuando recibes un disparo en la cabeza y la bala te atraviesa el cerebro, las probabilidades de que vivas son muy pequeñas y las probabilidades de que te despiertes y sigas órdenes son mucho más pequeñas. Esperemos que siga así”.

Los cirujanos extrajeron fragmentos de hueso para intentar aliviar la presión causada por la hinchazón del cerebro y también retiraron una porción pequeña y muy dañada del órgano. Giffords, de 40 años, no puede hablar porque está conectada a un respirador.

De todos modos, el cirujano Michael Lemole, del Centro Médico Universitario en Tucson, no quiso aventurar un plazo de recuperación. “Estamos hablando de una recuperación de meses a años”, dijo.

El domingo, la sinagoga de Tucson a la que asiste Giffords se llenó de personas que oraban por su recuperación. Afuera del hospital, la gente armó un altar con velas, ramos de flores, banderas estadounidenses y carteles que decían “La paz y el amor son más fuertes”, “Dios bendiga a Estados Unidos” y “Te amamos, Gabrielle”.

El atacante disparó contra el director de distrito de Giffords y baleó en forma indiscriminada a otros de sus empleados y a la gente que esperaba en fila para hablar con ella, dijo el portavoz de la congresista Mark Kimble.

“Estaba a no más de tres o cuatro pies (90 a 120 centímetros) de la congresista y el director de distrito”, dijo Kimble. El lugar, agregó, era “un caos por completo, gente que gritaba y lloraba”.

Una de las víctimas fue Christina-Taylor Green, que nació el día de los ataques terroristas de 2001 y era la nieta del ex manager del equipo de béisbol de los Filis de Filadelfia Dallas Green. La niña, integrante del consejo de alumnos en su escuela, fue al acto por su interés en asuntos de gobierno.

La matanza culminó cuando dos personas detuvieron al atacante, dijo el alguacil del condado de Pima Clarence Dupnik.

La Policía dijo que el atacante estaba detenido y funcionarios cercanos a la investigación, que pidieron no ser identificados, dijeron que es Jared Loughner, de 22 años.

Se desconoce qué lo motivo, pero Dupnik dijo que era una persona desequilibrada y que había tenido un cómplice. Su oficina distribuyó el domingo una imagen de un segundo sospechoso tomada por una cámara de vigilancia: un hombre blanco con pelo oscuro, de entre 40 y 45 años.

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