El jefe de gobierno italiano Silvio Berlusconi, en medio de uno de los peores escándalos de su carrera política tras haber sido acusado por la fiscalía de prostitución de menores y abuso de poder, lanzó una verdadera contraofensiva al atacar duramente a los jueces.
“No hubo concusión, ni inducción a la prostitución, menos de una menor. Nada de lo que me pueda avergonzar. Se trata de un ulterior y grave ataque de fiscales que han pisoteado las leyes con fines políticos y con gran resonancia mediática”, afirmó en un mensaje de vídeo divulgado por los canales de televisión.
Berlusconi acusó a los fiscales de utilizar el caso como “instrumento de lucha política” para “invertir la voluntad popular”, tras su llegada al poder en el 2008.
El primer ministro es investigado por el caso de la joven marroquí, conocida como “Ruby robacorazones”, a quien se le atribuye haber mantenido relaciones sexuales pagadas con el jefe de gobierno cuando era menor de edad.
Toda la documentación del caso llegó el lunes al Parlamento para que apruebe la inspección de las oficinas del contable de Silvio Berlusconi y la Junta para las Autorizaciones de la Cámara de Diputados consideró necesario más tiempo para examinar las 389 páginas de la documentación enviada.
El informe incluye numerosas escuchas telefónicas y testimonios de jóvenes mujeres que aseguran haber participado en las controvertidas fiestas, descritas como orgías y organizadas en la residencia privada del millonario primer ministro, Villa Arcore, en las afueras de Milán.
Berlusconi sostiene que los fiscales “violaron los más elementales principios de la Constitución” y anunció que no se presentará ante esos jueces que lo “persiguen injustamente” y que emplean “técnicas sofisticadas como si se tratara de redadas contra la mafia y la camorra”.
En su mensaje, el segundo pronunciado en menos de tres días, Berlusconi no sólo se defiende de la tormenta judicial desatada por “Ruby” sino que protege a sus invitadas, “tratadas con desprecio y como si fueran criminales en una peligrosa operación antimafia”.
“Todo esto es grave aún para un ciudadano común porque han violado mi privacidad. Podría ocurrirles a ustedes también”, dijo a la vez que pedía un “castigo” para los jueces.
Algunos de los diputados y funcionarios que han podido leer los documentos de la fiscalía, filtraron a la prensa numerosas escuchas telefónicas, anexas como pruebas, con conversaciones comprometedoras, que describen un mundo decadente, con mujeres que compiten para convertirse en “la preferida” del magnate.
Pocas horas antes el jefe de gobierno había iniciado su contraofensiva mediática con la divulgación de una entrevista a Ruby, Karima El Mahroug, en uno de los programas de Canale 5, de su propiedad.
“Nunca he tenido relaciones sexuales con el primer ministro. Nunca he pedido cinco millones. Nunca he ejercido de prostituta”, dijo la joven marroquí, quien precisó : “No me ha tocado ni con un dedo”.
En la entrevista, realizada por Alfonso Signorini, director también del semanario amarillista de Berlusconi “Chi”, la joven cuenta que a los nueve años sufrió “el primer trauma, cuando fui violada por dos tíos por parte de padre”.
Cada día los medios de comunicación revelan detalles escabrosos de los festines, mientras varias de las jóvenes involucradas conceden entrevistas en la televisión para defenderlo, entre ellas la italiana de origen alemana Sabina Began y la dominicana Ester García Polanco.
“No es verdad que nos da dinero, simplemente nos ayuda cuando tenemos necesidad, porque entiende los problemas de aquellos que estamos en el mundo del espectáculo”, sostuvo la hermosa centroamericana a la televisión de Sky.
El nuevo mensaje de Berlusconi generó una ola de reacciones políticas.
La oposición, tanto moderada como de izquierda, denunció la estrategia de Berlusconi de “desviar la atención” sobre las graves acusaciones con una “declaración de guerra” a la magistratura.
“Berlusconi ha violado el artículo 54 de la Constitución, que exige al jefe de gobierno de comportarse con honor y dignidad”, aseguró Pier Luigi Bersani, líder de la mayor formación de izquierda, el Partido Democrático, al pedir de nuevo su renuncia. AFP