El Buró Federal de Investigaciones (FBI) arrestó este jueves a 127 presuntos miembros de la mafia en Nueva York y sus alrededores, en un duro golpe contra la tristemente célebre Cosa Nostra.
“Tuvo un alcance muy amplio”, dijo a la AFP el portavoz del FBI, Robert Nardoza, sobre el operativo.
Los arrestos tuvieron lugar durante la madrugada del jueves en Nueva York, Nueva Jersey y Rhode Island (noreste), y los cargos van desde tráfico de drogas hasta homicidio.
De los 127 arrestados, 91 son sospechosos de pertenecer a siete familias de la mafia italiana, cinco de ellas residentes en Nueva York, de acuerdo con un comunicado del Ministerio de Justicia.
En señal de la importancia que supone esta operación, el Fiscal General estadounidense, Eric Holder, llegó a Nueva York este jueves y ofreció una rueda de prensa conjunta con la subdirectora de la oficina del FBI en Nueva York, Janice Fedarcyk, en la oficina del Fiscal General en Brooklyn.
“Las detenciones de hoy marcan un avance importante en el desmantelamiento de las actividades ilegales de la Cosa Nostra”, declaró Holder.
“Se trata de la operación más importante jamás realizada en un solo día, en la que han participado más de 800 agentes del FBI”, destacó el Fiscal General.
De acuerdo con el rotativo The New York Times, los asesinatos de los que se acusa a algunos de los detenidos fueron cometidos en las décadas de 1980 y 1990.
Además, las acusaciones también incluyen extorsión, blanqueo de dinero, apuestas clandestinas y chantaje relacionado con la industria de la construcción y portuaria.
La policía estima que estas dos últimas actividades están controladas por las cinco familias de la mafia italiana que viven en Nueva York: los Genovese, los Gambino, los Lucchese, los Colombo y los Bonanno.
Desde el inicio de la década de 1990, el FBI ha llevado a cabo importantes operaciones contra el crimen organizado de origen italiano, que está en declive desde entonces, afectado además por la competencia de las bandas mafiosas rusas, mexicanas o chinas.
Asimismo, destacadas deserciones en las filas de la mafia italiana han permitido ofrecer información a los investigadores para llevar a cabo las detenciones.
Entre ellas se cuenta la de John Gotti, jefe del clan de los Gambino, condenado en 1992 haber ordenado una decena de asesinatos, entre ellos el de su predecesor, Paul Castellano, muerto en 1985 cuando salía del restaurante “Sparks”, en Manhattan.
Gotti falleció en prisión en 2002. Desde entonces, su hijo John ‘Junior’ Gotti ha conseguido escapar en numerosas ocasiones de la policía, la última en 2009.
Pese al declive que viven las familias relacionadas con la Cosa Nostra, la mafia italiana de Nueva York mantiene su fama gracias a innumerables películas y series de televisión, como “El Padrino” o “Los Sopranos”.
AFP