La jornada del miércoles en Australia dejó por fuera a Rafael Nadal, quién perdió con David Ferrer en tres sets corridos 6-4, 6-2 y 6-3; y con ello, no conseguirá su cuarto Grand Slam seguido: El Rafa Slam, será para otra ocasión.
En el partido, Nadal, que pareció llorar durante un cambio mientras perdía 3-0 en el tercer set, recibió tratamiento médico por una aparente lesión en la pierna después de tres games, y era evidente que algo lo afectaba al no poder llegar a pelotas que usualmente habría devuelto con facilidad.
«Este es un día difícil para mí», comentó el número uno del mundo, que agregó que prefiere no hablar sobre la lesión. «Hoy no pude hacer más de lo que hice, él jugó a un gran nivel».
Cuando le insistieron sobre la lesión, agregó: «No tengo que decirles lo que sentí en la cancha, pero es obvio que no me sentí bien. Tuve un problema al principio del partido, y después de eso, el partido prácticamente se terminó».
El año pasado, Nadal se retiró en los cuartos de final ante Andy Murray por una lesión en la rodilla derecha que lo mantuvo alejado de las canchas durante dos meses.
«Este es un gran triunfo para mí, pero en realidad no es un triunfo», comentó Ferrer. «El jugó lesionado… y yo tuve suerte».
Nadal, que ni siquiera se molestó en tratar de devolver el winner en el punto de partido, ganó el año pasado el Abierto de Francia, Wimbledon y el US Open, y trataba de sumar el trofeo de Australia para tener los cuatro títulos de majors al mismo tiempo, algo que ningún hombre logra desde 1969.
Nadal no quiso entrar en detalles y señaló que prefiere no utilizar sus lesiones como excusa cuando pierde partidos.
«En general, tuve un virus. Cuando tienes un virus, tu cuerpo está débil y te arriesgas más a todo (lesiones)», agregó sobre la enfermedad que contrajo al principio del año en Doha y que arrastró hasta Melbourne. «Probablemente eso fue lo que pasó, así de sencillo».
Tras perder el segundo set, el usualmente inquieto Nadal se desplomó en su silla en el cambio, complemente quieto y con la cabeza gacha.
El público intentó animarlo con gritos de «Vamos, Rafa», usualmente aplaudiendo los errores de Ferrer. Pero nada funcionó.
Nadal se enfermó hace dos semanas y sudó excesivamente en varios de sus partidos, aunque parecía haber superado los problemas y tras vencer a Marin Cilic en la cuarta ronda declaró que estaba «físicamente perfecto».
«El año pasado tuve un año fantástico», señaló un pensativo Nadal. «Creo que es casi imposible repetirlo. Igual espero que me quedan muchos momentos buenos».
Murray no tendrá que superar a Nadal este año, pero sí tendrá que superar a Ferrer y el campeón defensor Roger Federer o el serbio Novak Djokovic para conseguir su primer título de un major.
El británico avanzó con una victoria 7-5, 6-3, 6-7 (3), 6-3 sobre el ucraniano Alexandr Dolgopolov.
En la rama femenina, Kim Clijsters y Vera Zvonareva avanzaron a las semifinales.
Clijsters se topará en semifinales con Zvonareva, la rusa a la que derrotó en la final del US Open del año pasado. La belga tiene ventaja de 6-3 en sus enfrentamientos.
Clijsters tuvo algunos momentos de incertidumbre en su triunfo 6-3, 7-6 (4) sobre la polaca Agnieszka Radwanska.
La favorita danesa Caroline Wozniacki enfrenta a la china Li Na en la otra semifinal del jueves, antes del duelo entre el suizo Federer y Djokovic.
Dolgopolov había eliminado al francés Jo-Wilfried Tsonga y al sueco Robin Soderling, y tiene un estilo de juego raro que le resulta difícil a sus oponentes.
Aparte del segundo set, cuando Murray no perdió ningún punto en su saque hasta que tuvo triple punto de set, cada jugador tuvo sus momentos en el partido.
Dolgopolov cometió 77 errores no forzados, principalmente porque intentó llevar a Murray al máximo. En el primer set, Murray necesitó más de 10 minutos y cuatro puntos de set para finalmente ganar el 12do game.
Clijsters es la única ganadora de un Grand Slam en las semifinales femeninas, aunque todavía busca su primer título de major fuera de Estados Unidos.
«Espero que la experiencia me sirva un poco», comentó. «Pero quedan muchas jugadoras difíciles, todavía tenemos a la uno, dos y tres (del mundo), y Li Na ha estado jugando muy bien. Así que será realmente difícil».
Zvonareva ha perdido las dos últimas finales de Grand Slam, ante Clijsters en Nueva York y frente a Serena Williams en Wimbledon.
Con información de AP