Las «quejas legítimas» del pueblo de Egipto deben ser atendidas de inmediato por el gobierno de ese país, y la violencia no es la respuesta adecuada, advirtió el viernes la Casa Blanca.

El secretario de Prensa, Robert Gibbs, dijo que el presidente Barack Obama no ha hablado con su homólogo egipcio Hosni Mubarak, el blanco de las protestas callejeras. Al preguntársele por qué, Gibbs se limitó a decir, «estamos monitoreando una situación muy dinámica».

Gibbs dijo que es hora de que llegue la reforma a Egipto, reiteró llamados a la compostura y dijo que el Pentágono ha estado en contacto directo con las fuerzas armadas egipcias para aconsejar cautela.

Estados Unidos está actuando cuidadosamente ante una amenaza a un sólido aliado en el mundo árabe, vital en los esfuerzos de Washington para lograr un acuerdo de paz en el levante y combatir el extremismo islámico.

AP