El filme “Los dos Escobar” es un crudo y emotivo documental que relata de manera paralela el asombroso ascenso de dos figuras en la vida pública colombiana: el futbolista Andrés Escobar y el narcotraficante Pablo Escobar Gaviria.
Este largometraje formará parte de la sección Enfoque de la sexta edición de Ambulante, Gira de Documentales, a realizarse del 11 de febrero al 5 de mayo en la República Mexicana. Se trata de una categoría en la que se exhiben trabajos de “alta intensidad social”.
Los cineastas Jeff y Michael Zimbalist llevan a la pantalla una serie de testimonios que involucran a familiares de los protagonistas, integrantes de la selección colombiana que disputaron su clasificación al Mundial de Futbol de Estados Unidos en 1994, políticos y ex miembros de la DEA, así como de “El Popeye”, el lugarteniente de Escobar Gaviria.
Mientras los cárteles del narcotráfico colombiano peleaban en las calles y la tasa de asesinatos se convertía en la más elevada del mundo, el once sudamericano intentaba hacer realidad un milagro: llegar por vez primera a un Mundial respaldado por un pueblo que a través del deporte olvidó de manera temporal la pesadilla de violencia que opacaba su mundo.
Jeff y Michael iniciaron su trabajo cinematográfico entrevistando a varios de los involucrados principales: Mary Carmen, la hermana de Andrés Escobar; a Pamela, la novia del futbolista; a “El Popeye”, el brazo armado de Escobar Gaviria, recluido en una cárcel colombiana.
Así como a Jaime Gaviria, primo e inseparable del capo, y a Francisco Maturana, el entrenador que llevó a Colombia a disputar en 1994 su primer mundial en su historia.
Mary Carmen narra y describe el sueño de su hermano, un jóven entregado al ejercicio del fútbol, disciplinado y firme con sus principios, desde su infancia, su adolescencia y su llegada al Atlético Nacional el equipo en el que militó hasta llegar a la selección de su país.
Jaime Gaviria, el cuasi hermano de Pablo Escobar, que describe las andanzas de su pariente desde que eran unos chiquillos, y luego un par de adolescentes resentidos con una sociedad equitativa que entre más poseían menos hacían el intento de ayudar a los de su clase marginal que crecía cada año en Colombia.
De alguna manera, Gaviria eleva a su primo como una especie de Robin Hood, un hombre que poco a poco se convirtió en el más poderoso, millonario y sanguinario narcotraficante colombiano, a quien su afición por el futbol lo llevó a ordenar la muerte de un árbitro, cuando éste se atrevió a interferir en la victoria de su equipo y propiciar el triunfo del rival y propiedad de otro conocido capo.
Asimismo, lo coloca como el benefactor que logró construir canchas de futbol, a crear equipos para evitar que los niños y jóvenes de Medellín cayeran en las garras de la droga y a mandar construir decenas de complejos inmobiliarios para cientos de colombianos.
Describe, asimismo, cómo a través del fútbol Pablo Escobar y otros narcos se jugaban dos o tres millones de dólares en un partido de futbol. Asimismo, su relación con aquella selección del Mundial del 94.
Pamela, la prometida, sumamente conmovida describe cómo el crimen organizado y una sociedad llevada por una ambición desmedida de poder, quebrantó el anhelo de un deportista que se entregó en un 100 por ciento en la cancha para defender a su equipo y a su selección, para que en un arranque de ira todo quedara trunco.
“Popeye”, por su parte, en una celda en donde purga una larga condena por asesinato, evoca cómo su jefe logró un ascenso tan vertiginoso en el mundo de la venta y distribución de cocaína hacia Estados Unidos.
Principalmente, cómo corrompía a jueces, políticos y ejecutivos de la Federación Colombiana de Futbol, así como la manera cruel y sangrienta de deshacerse de sus rivales en la política.
Francisco Maturana revela cómo fue que el narcotráfico corrompió la esferas del futbol, cómo se le obligó a no alinear al defensa central, “Barrabás” Gómez, por presión de grupos del narco en su país, mientras disputaban el Mundial de Estados Unidos, mediante amenazas de muerte, entre otras acciones.
Jeff y Michael plantean el cobarde asesinato de Andrés Escobar, el defensa central que colaboró, indirectamente con su autogol ante Estados Unidos, a la eliminación de la Selección colombiana del Mundial del 94, acción que le costó la vida a manos del crimen organizado de su país, impidiéndole su sueño de jugar en el Milán de Italia, a su regreso de la justa deportiva.
El documental revela de paso el enfrentamiento que tuvo Pablo Escobar Gaviria contra el estado colombiano, evitando su extradición a Estados Unidos, pero al mismo tiempo firmando su sentencia de muerte.
Notimex