
Los egipcios que luchan por derrocar al presidente Hosni Mubarak esperan reunir a un millón de personas el viernes, mientras Estados Unidos trabaja para convencer al líder de 82 años para que inicie un traspaso de poder.
Un funcionario estadounidense de alto rango, quien rehusó ser identificado, dijo el jueves que Washington estaba discutiendo con los egipcios diferentes escenarios, incluido uno en el que Mubarak renuncie inmediatamente.
Mubarak, sin embargo, en una entrevista con ABC el jueves, dijo que él cree que el país aún lo necesita.
«Si yo renuncio hoy, habrá caos», dijo Mubarack, quien ha prometido dar un paso al costado en septiembre. Cuando se le pidió que comentase los llamados a que renuncie, dijo: «No me importa lo que la gente dice de mí. Ahora lo que me importa es mi país».
En la Plaza Tahrir de El Cairo -el centro de las protestas que entran en su undécimo día- miles de personas que han desafiado un toque de queda y los ataques del miércoles de los partidarios de Mubarak se preparaban para una manifestación que han llamado el «Viernes de Partida».
Los organizadores llamaron a las personas a marchar desde dondequiera que estén hacia la plaza, el edificio de la televisión estatal y el edificio del Parlamento -todos a menos de una milla el uno del otro.
Al amanecer, gritos de «Dejen que Mubarak caiga (…) Dejen que Mubarak caiga (…) Dejen que Mubarak caiga» resonaban en la plaza.
La protesta sin precedentes contra los 30 años de gobierno de Mubarak se está volviendo cada vez más violenta, Washington ha instado a Egipto a que inicie una transición de poder y avance hacia elecciones.
Un funcionario de alto rango en el gobierno de presidente Barack Obama dijo que se están discutiendo varias opciones con responsables egipcios, incluida una en la que Mubarak renuncia inmediatamente.
«Ese es un escenario», declaró, hablando bajo condición de anonimato. «Hay varios escenarios, pero es erróneo sugerir que hemos discutido sólo uno con los egipcios», agregó. Reuters