La Unión Europea acordó el lunes sancionar al líder libio Moamar Gadafi, con medidas que incluyen un embargo de armas, el congelamiento de bienes y una prohibición de visas.
La decisión fue tomada por los embajadores de la UE durante una reunión que analiza la situación en la nación del norte africano, que se deteriora rápidamente, dijo el ministro de Energía húngaro Tamas Fellegi.
La UE “impuso un embargo de armas a Libia y sanciones a aquellos responsables por la violenta represión contra la población civil”, dijo Fellegi.
El congelamiento de bienes y la prohibición de visas se enfocan en Gadafi y unas dos decenas de familiares y allegados.
La decisión se tomó luego de días de protestas cada vez más grandes y centenares de muertes causadas por los grupos leales a Gadafi en contra del levantamiento popular.
Las medidas apuntan a reforzar las medidas adoptadas el sábado por el Consejo de Seguridad de la ONU.
La decisión de la UE es trascendental porque Europa tiene una mayor influencia sobre Libia que Estados Unidos (85% del petróleo libio se vende a Europa).
Horas antes, las autoridades de Francia anunciaron que el gobierno enviaría el lunes dos aviones con ayuda humanitaria a Bengasi, bastión de la oposición, en lo que el primer ministro francés describió como el inicio de una “operación masiva” para sacar a Moamar Gadafi del poder.
El primer ministro francés, Francois Fillon, hizo el anuncio en París mientras que ministros de Relaciones Exteriores de todo el mundo, incluyendo a la secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton; al ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov; y a la jefa de política exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton, se reunían en Ginebra para coordinar las acciones en contra del régimen de Gadafi.
Fillon dijo que los aviones despegarían “en pocas horas” hacia Bengasi con médicos, enfermeras y equipo médico. “Será el inicio de una operación masiva de apoyo humanitario para las poblaciones de territorios liberados”, dijo por la estación RTL radio.
Francia está estudiando “todas las soluciones para asegurar que el coronel Gadafi entiende que debe irse, que debe abandonar el poder”, dijo Fillon el lunes.
El gobierno del presidente estadounidense, Barack Obama, también ha manifestado su disposición para ayudar a los libios que buscan expulsar a su antiguo mandatario. Clinton llegó a Ginebra para plantear los argumentos de Estados Unidos en busca de acciones más fuertes en contra de Gadafi.
“Queremos que él se vaya y ponga fin a su régimen y retire a todos esos mercenarios y soldados que aún le son leales”, le dijo Clinton a reporteros un día después de que Obama dijese que Gadafi era un gobernante ilegítimo que debía abandonar inmediatamente el poder. “Cómo lo haga obviamente le corresponde a él y su familia”.
Clinton agregó que Estados Unidos enviará equipos de asistencia a las fronteras de Libia con Egipto y Túnez para ayudar a los refugiados que tratan de huir.
Por su parte, el Pentágono informó que estaba movilizando a parte de sus fuerzas armadas cerca de Libia en casi de que fueran necesarias, pero no dijo para qué podrían ser necesarias.
El ministro del Exterior australiano Kevin Rudd pidió a las potencias mundiales imponer una zona de exclusión aérea sobre Libia “por el bien de la humanidad”.
Dijo que de esa manera se evitaría el tipo de bombardeo que hubo en Guernica en 1937 durante la guerra civil española y que dejó cientos de muertos.
“Guernica es conocida en todo el mundo por el bombardeo de la población civil. Hemos visto evidencia de lo mismo en Libia. No nos quedemos simplemente inmóviles mientras se cometen otra vez atrocidades similares”, dijo Rudd a la AP.
Declarar la zona de exclusión aérea requiere la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU.
En tanto, el ministro de relaciones exteriores de Alemania dijo que su país estaba dispuesto a cortar relaciones financieras con Libia por 60 días para asegurar que el régimen de Gadafi no recibe más dinero para contratar mercenarios.
El canciller Guido Westerwelle dijo que la violenta represión de Gadafi a sus oponentes “es un crimen. Debemos hacer todo lo posible para poner fin a estos asesinatos”.
Westerwelle habló tras reunirse con Clinton en Ginebra. Dijo que entre los pagos que pudieran ser congelados estarían aquellos por petróleo libio.
AP