La Dirección de Investigación Criminal e INTERPOL en coordinación con la Fiscalía General de la Nación desarticuló en Barranquilla una organización dedicada al hurto por medios informáticos que delinquía en los departamentos de Atlántico, Bolívar, Guajira y Magdalena.
La modalidad delictiva empleada por esta organización consistía en desarrollar programas informáticos que vulneraban los servicios de la banca virtual como accesos remotos, infidelidades de empleados bancarios o uso desprevenido de computadores no seguros por parte de los usuarios.
Una vez comprometidos los computadores, los delincuentes configuraban los programas espía para reportar la información de la banca online a cuentas de correos de la organización delictiva. De esta forma sustraían los datos digitados por las víctimas al realizar consultas de saldos y transferencias.
La investigación se remonta a los años 2008 y 2009 cuando fue hurtada, de las cuentas corrientes de tres entidades bancarias ubicadas en el departamento de Antioquia, la suma de 4.000.000.000 millones de pesos.
El dinero fue distribuido mediante transferencias electrónicas a cuenta habientes de dos bancos ubicados en las ciudades Bogotá, Barranquilla, Santa Marta, Valledupar, Sincelejo, Cartagena, Riohacha y Pamplona, esto con el fin de dificultar las labores de seguimiento.
Una vez trasferido el dinero de la cuenta de la víctima a las cuentas receptoras, éste inmediatamente es retirado para luego ser reunido por un integrante de la organización dando una participación a quien facilita la cuenta destino de los giros no autorizados del 10 por ciento del total consignado.
La diferenciación de roles de esta organización delictiva define diversos papeles, entre los cuales se cuentan el rompedor de contraseñas o hacker, los reclutadores que obtienen los nombres de los titulares de las cuentas para la transferencia del dinero, y finalmente los beneficiarios de pagos de servicios o transferencias de dinero.
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