Los líderes del levantamiento libio que derrocó a Muammar Gaddafi se sentaron el jueves con las potencias mundiales para definir la reconstrucción del país, 42 años después de que el ex hombre fuerte de Libia tomara el poder en un golpe de Estado.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el primer ministro británico, David Cameron, cuya apuesta por encabezar la intervención occidental en Libia dio sus frutos esta semana cuando Gaddafi fue expulsado del poder, están recibiendo a delegaciones de 60 países y organismos internacionales.
La apretada agenda de tres horas se centra en la reconstrucción política y económica -las potencias occidentales están ansiosas por evitar los errores que se hicieron en Irak-, pero las conversaciones en los márgenes del encuentro podrían exponer los primeros empujones por lograr oportunidades en temas de petróleo e infraestructuras.
Libia, que presume de poseer grandes reservas de crudo de máxima calidad, ha quedado seriamente subdesarrollada durante el mandato de Gaddafi, que como un joven capitán del Ejército derrocó al rey Idris de Libia el 1 de septiembre de 1969.
Con Gaddafi expulsado del poder esta semana en una revuelta popular, la conferencia “Amigos de Libia” daría al consejo interino en el poder su primera plataforma para dirigirse al mundo.
El presidente del Consejo Nacional de Transición, Mustafa Abdel Jalil, abrirá las conversaciones vespertinas con un esbozo de la hoja de ruta del CNT, que prevé una nueva Constitución, elecciones en un plazo de 18 meses y fórmulas para evitar represalias. Posteriormente ofrecerá una rueda de prensa junto con Sarkozy y Cameron.
La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, estará en las conversaciones junto con líderes europeos y africanos y los titulares de la OTAN, Naciones Unidas y la Unión Europea. Rusia y China, que se opusieron a la intervención de la OTAN, también estarán representados. Reuters