Internacional

WikiLeaks publica 250 mil cables del Departamento de Estado

WikiLeaks publicó este viernes más de 250.000 cables diplomáticos estadounidenses, una acción condenada por los cinco periódicos que inicialmente colaboraron con él porque “podría poner en peligro” a los informantes mencionados.

La web fundada por Julian Assange anunció a través de su cuenta en la red social Twitter la difusión de “251.287 cables de las embajadas estadounidenses en formato que permite hacer búsquedas”, acompañándolo del enlace de la página de internet en la que pueden consultarse sin necesidad de contraseña.

WikiLeaks no precisó si todos los documentos están sin editar, como anunció que se disponía a hacer el jueves, pero la condena de las publicaciones que le ayudaron a destapar los primeros cables no parecía dejar lugar a dudas.

“Lamentamos la decisión tomada por WikiLeaks de publicar sin editar los cables del Departamento de Estado de Estados Unidos, una acción que podría poner en peligro a las fuentes que en ellos aparecen citadas”, señalaron en un comunicado conjunto El País de España, The Guardian de Gran Bretaña, The New York Times de EEUU, Der Spiegel de Alemania y Le Monde de Francia.

Las cinco publicaciones que ayudaron a Wikileaks a destapar esos cables insisten en que sus relaciones previas con Wikileaks “se desarrollaron bajo la premisa de que solo publicaríamos cables sujetos a una edición conjunta e integral y a un proceso de autorización”.

Y aunque anunciaron su intención de “defender (su) esfuerzo de colaboración editorial”, condenaron “la innecesaria publicación de la base de datos al completo”, decisión que atribuyeron “única y exclusivamente” a Assange, con quien las relaciones se fueron deteriorando en los últimos meses.

Según el Guardian, que interrumpió su relación con WikiLeaks en diciembre pasado, el archivo “contiene más de 1.000 cables que identifican a activistas individualmente; varios miles que llevan una etiqueta utilizada por Estados UNidos para marcar fuentes que considera que podrían ser puestas en peligro; y más de 150 que mencionan específicamente soplones”.

Varios gobiernos, especialmente los de Estados Unidos y Australia, de donde es oriundo Assange, y organizaciones no gubernamentales también criticaron por anticipado esta difusión por las eventuales consecuencias que podría tener para las personas citadas en los documentos, algunas de las cuales sólo hablaron con diplomáticos estadounidenses bajo condición de anonimato.

“Hemos expuesto claramente nuestro punto de vista y preocupación sobre la difusión ilegal de información clasificada y el riesgo continuado que suponen estas divulgaciones para algunos individuos y la seguridad nacional”, declaró el jueves una portavoz del departamento de Estado.

Ante la polémica, la organización Reporteros Sin Fronteras anunció el cierre del sitio espejo de WikiLeaks que albergaba desde diciembre de 2010 en su página web por el “impacto que podrían tener estos documentos en la vida cotidiana de los informantes”, aunque precisó que “hasta ahora no está probado que estas revelaciones hayan puesto en peligro la vida de estas personas”.

De los 250.000 documentos divulgados, que provocaron una sobrecarga de las webs en las que se podían consultar, aproximadamente 97.000 son nuevos. La mayoría, cerca de 35.000 son cables enviados a Washington por la embajada de Estados Unidos en Irak, unos 30.000 por la de Irán y más de 29.000 por la de China. También hay 9.400 sobre Venezuela y 6.700 sobre Cuba.

WikiLeaks, cuyos seguidores se pronunciaron abrumadoramente a favor de la difusión en un sondeo lanzado el jueves en Twitter, justificó la iniciativa por el hecho de que todos los cables estaban ya en un archivo cifrado en el ciberespacio, y que la contraseña que los protegía también era pública.

La web había acusado previamente a un periodista del Guardian de haber revelado la contraseña secreta que permitía acceder a los cables, lo que el diario británico negó enérgicamente. AFP