Según un estudio hecho por la Universidad San Buenaventura y el Centro Comercial Atlantis Plaza, los peatones que circulan por una amplia zona de Chapinero están expuestos a una sobreexposición auditiva de más de 90 decibeles por efecto de los bocinazos o “pitos” que emiten los automotores que circulan por este sector.
Por este motivo, el Atlantis Plaza iniciará una campaña cívica encaminada a crear conciencia en los conductores de automotores para que usen la bocina sólo cuando en realidad es necesario. Si el uso excesivo e ilegal del pito se puede controlar, se evitará un impacto auditivo enorme sobre peatones y vecinos de los alrededores del Centro Comercial.
Ésta campaña es un primer paso dentro de una serie de acciones que quiere desarrollar el Centro Comercial con el fin de mejorar las condiciones cívicas de la zona aledaña a las instalaciones. “Nos sentimos comprometidos con nuestros visitantes y vecinos en el desarrollo de actividades cívicas de alto impacto”, manifestó Martha Beatriz Gaitán, Gerente General de Atlantis Plaza.
El Pito no disuelve trancones
Vale la pena recordar que el Numeral 15, del Artículo 93 del Código de Policía de Bogotá expresa claramente que se debe “usar el pito únicamente para evitar la accidentalidad, puesto que su uso injustificado contamina el ambiente. No se deberá utilizar para reprender a quien comete una infracción pues agrede a todo el que lo escucha”. Es decir que, como se sabe, el pito no puede usarse más allá que como una señal preventiva.
Y es que cada bocinazo, en medio de un ambiente relativamente tranquilo, alcanza los 90 decibeles, es decir que sobrepasa en 20 decibeles el máximo sugerido y permitido para el oído humano, según reza la resolución 0627 del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial.
“Las variaciones de presión para un peatón que se encuentra transitando por la acera, a 1.5 mts de la vía, pueden llegar a alcanzar los 90 db en un intervalo de tiempo menor a 1 segundo. Tal variación se considera una variación impulsiva y es un estímulo claramente molesto para cualquier peatón”, indica el estudio de la Universidad San Buenaventura.
El informe “Medición nivel de ruido en los alrededores del Centro Comercial Atlantis” (realizado con mediciones electrónicas de ruido en 8 puntos diferentes y en jornadas de mañana, tarde y noche durante jueves, viernes y sábado) encontró también que en el 78% del tiempo medido se cumplió con el límite auditivo permitido de 70 decibeles. En el 22% restante se sobrepasó los límites estipulados. Este registro indica que existe un inconveniente ligado a la contaminación sonora.
Por esto el Centro Comercial Atlantis en su compromiso con la ciudadanía y la campaña cívica que desarrollará quiere invitar a la comunidad a tener en cuenta que:
No hay trancón alguno que se haya disuelto gracias al uso generoso del pito por parte de los conductores.
Las caras de quienes usan el pito se transforman, convirtiéndose en rostros energúmenos que asustan a los demás ciudadanos
No hay relación física entre la aceleración y la velocidad con el ruido del pito. De hecho, los autos de fórmula Uno no tienen pito.
Definitivamente no hace que quien lo use llegue más rápido a su destino
Después de usar el pito por más de un segundo, o de usarlo repetidamente en un período breve de tiempo, ese pito se convierte en otro ruido más. Pierde su función esencial que es la de prevenir un accidente
Estos mensajes básicos serán llevados al público, mediante frases y oraciones curiosas y jocosas que generen un sentimiento de apego en quienes los reciben. Por este motivo serán además puestos en volantes y piezas de impacto.