Alias “El cebollero”, uno de los presuntos jefes de una poderosa banda criminal que delinque en Antioquia, solo tiene en su contra una modesta condena de cuatro años, por concierto para delinquir, sin tener en cuenta que en la actualidad se le adelantan un proceso por lavado de activos que todavía no ha llegado a juicio.
Alirio de Jesús Rendón es considerado como el jefe de la banda ‘La Unión’, sindicada de varias muertes selectivas en la capital de la montaña y de otros homicidios en municipios cercanos, en la actualidad vive cómodamente en su residencia en el exclusivo sector de El Poblado.
Empezó a ser vinculado formalmente a un proceso judicial cuando el pasado 22 de abril de 1997, el cuerpo de un comerciante apareció baleado a pocas cuadras de la plaza de mercado de Itagüí (Antioquia), y es que unas semanas antes, esta víctima le gritó a Rendón que no dejaría de comercializar sus cultivos y que mucho menos le iba a pagar ‘impuestos’.
Así las cosas, este episodio lo relacionó con una investigación formal, pero la investigación nunca llegó a una decisión concreta, por lo que prácticamente queda como un caso sin resolver.
Al cabo de seis años después cuando se supo que su hermano había sido abatido junto con Gonzalo Rodríguez Gacha, empezó a “organizar” a los vendedores de la central mayorista, con el ánimo de cobrarles una cuota para poder vender sus productos so pena de pagar con su vida si no lo respondían con esta supuesta contribución económica.
Con el tiempo, según las autoridades, la central mayorista se convirtió en una zona de disputa entre guerrilleros, para militares y la delincuencia común, manejada por alias “El Cebollero”.
Durante los 90 Alirio de Jesús Rendón no figuraba con antecedentes judiciales, lo que si es cierto es que su dinero presuntamente ha contribuido con el financiamiento de esta organización delictiva.
Después de la extradición de alias “Don Berna”, el Cebollero’ empezó a ganar importancia. Gracias a la denuncias del alcalde de Medellín, Alonso Salazar, se logro su primera captura en el 2.008, pero a pesar de estar en la cárcel seguía moviendo sus fichas en la calle.
Alias “El cebollero” se entregó en el 2009 con un supuesto cuello ortopédico, pero mientras que estuvo haciendo los cobros a los vendedores, nunca se le vio con el puesto, además cada vez que llegaba a la central a pedir cuentas, los hacía con cinco escoltas armados hasta los dientes.
Recientemente la Policía halló un hombre en un costal entre Bello y Medellín, según las autoridades lo ahorcaron con una soga después de torturarlo, un modus operandi que se vio en varias víctimas que tuvieron negocios en la central mayorista.
Otro caso que lo relaciona con desapariciones y muertes fue el del secuestro de un menor de 16 años, a quien le hallaron varias cortaduras en las piernas, como una manera de intimidar a la familia que buscaba recuperar una casa, donde “El Cebollero, hacía sus negocios ilícitos.
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