“Mire señor, si vino a hablarme cosas de polìtica, ahora no lo puedo atender, que pena, pero debo llevar la niña a la escuela, ya se me hizo tarde, ustedes prometen muchas cosas pero no resuelven los problemas de los más pobres.
Mire, debo despachar a mi niña solo con una aguapanela, porque mi esposo está sin trabajo y yo me la he pasado muy enferma. Los votos de esta casa será para el que de buena voluntad nos traiga siquiera una libra de arroz y no que nos digan que van ha pavimentar el río cauca para evitar las inundaciones o que piensan darnos vivienda porque esas mentiras ya las hemos escuchado durante los últimos dos años”. Esa fue la respuesta de doña Amparo, una humilde mujer del barrio El Progreso de La Virginia, que fruto de su desespero no se percató que ya le habíamos dicho que era un trabajo periodístico que estabamos desarrollando en esa zona para medir el impacto de las próximas elecciones del mes de octubre sobre sus habitantes.
Guerra psicológica
Así como Amparo, la mayoría de los habitantes de uno de los sectores más populares de La Virginia, iban dando diferentes opiniones y conceptos sobre la campaña política en La Virginia. La desinformación y los malos comentarios hacia los candidatos a la alcaldía son hoy en día el plato fuerte en esta población, cada vez resultan más pintorescos y díficiles de creer, aunque la mayoría lo asume como cosa cierta y de ese mismo modo lo trasmite a su amigo o vecino.
– Jesús, un hombre de 54 años, de piel de ébano, con las manos curtidas y maltratadas por la labor que desarrolla como cortero de caña en la empresa Ingenio Risaralda, al ser consultado por Opinión Diversa, para preguntarle sobre cual era su opinión sobre los candidatos a la Alcaldía de La Virginia, nos respondió: “Mire señor, este es un barrio de gente humilde de familias numerosas, y nosotros estamos con quien nos ayude, y mi candidato nos prometió que nos iba a reubicar a todos nosotros dándonos casas bonitas y grandes, además que antes de las elecciones posiblemente nos pagaban los servicios públicos, eso si es ayudar, no como otros que han impedido que nos traigan mercados y otras ayudas”.
-Carlos: ” Yo por ese señor no voto nunca, nada hizo por La Virginia cuando estuvo como diputado, además dicen que su familia tiene cuentas pendientes con la justicia, Dios nos favorezca de una persona así.
-Leticia: ” Ese candidato nos vendió la luz y nos a quitar las casas, eso me dijo mi compañera, “.
– Miguel ” Ya todo mundo sabe que ese fulano es el candidato camuflado del alcalde, no queremos la reeleción”.
Sicariato moral
Esto ya es muy común en este municipio de Risaralda donde sus habitantes ya están acostumbrados a una guerra sin cuartel a través del sicariato moral. El chisme en las casas políticas rueda como bola de nieve y sus emisarios, trompeta en mano hacen el anuncio en las 4 esquinas del pueblo y lugares más frecuentados por el público. Dejan planteado el desconcierto y la duda, bajo el beneplácito de sus jefes e ideólogos. Aquí no se respeta ni la moral ni la honra de las personas, se vulnera su privacidad, se le critica y se le juzga. Un pasquin en La Virginia es una sentencia, un señalamiento oscuro que sus creadores no podrían comprobar y mucho menos ratificar en los estrados judiciales o ante un debate público.
Quienes están detrás
Casi todas las campañas están involucradas directa o indirectamente en este carroña desinformativa de alto nivel , son sus asesores y hasta los mismos candidatos que se prestan para jugar o manipular con la opinión ciudadana a través de acciones mediáticas que de una u otra manera influyen en algunos sectores de la comunidad, especialmente en aquellos lugares marginados donde el hambre es el visitante diario y la tasa de analfabetismo es extremadamente superior.
Las promesas
Si los pasquines hacen historia en La Virginia, las promesas más absurdas de campaña no se quedan atrás. Es por eso que este método muy común en la época electoral ahora se convierte en el anzuelo para captar votos de muchos incautos que con una palmadita en el hombro y una promesa del político quedan felices y comienzan a navegar por ese espejismo.
Las ayudas del Estado en entredicho
Son muchos los rumores que por aquí corren sobre la indebida utilización de las ayudas del estado en la actual campaña política. Existen denuncias sobre la entrega de mercados de Colombia Humanitaria a cambio de votos. Sobre las reparaciones de viviendas afectadas por la ola invernal se habla de que estas se está realizando en sectores especificos donde se tiene especial influencia política por parte de determinado candidato, quien justo hace su aparición cuando se están ejecutando las obras y así figurar como el mesías de las ayudas. Inclusive se dice que ciertos servicios, solicitudes o favores que se hacen en la administración municipal aparecen como imposibles de solucionar, hasta cuando aparece el candidato justo con la solución final al problema.
Todo un fortin político
Algunos carretilleros y otros vendedores ambulantes se quejaron por la injerencia política que está ejerciendo el actual gobierno, cuentan que les están poniendo una serie de trabas a su labor que dificilmente pueden cumplir para solicitarles el compromiso con el candidato sucesor. Si es así todo queda subsanado. Esto se extiende a venteros de arepas, tricicleros, gremios de areneros, etc, etc. Dicen que los listados oficiales donde se encuentran radicadas las inscripciones de estos sectores de la economía informal en la alcaldía, son utilizados de manera descarada para hacer protagonismo politico y cautivar votantes.
Como termina el actual gobierno
Dentro de un mar de promesas y poco por mostrar termina su mandato el alcalde de esta municipalidad, James Alberto Alzate Pérez. La expectativa de más de 13 mil votantes que le favorecieron con el voto en las elecciones pasadas vieron desvanecidas sus ilusiones y expectativas para el municipio. Los fieles creyentes y ciervos de su mandato le acomodan la gestión de grandes obras como la de los jarrillones y la reubicación de 1.1.80 viviendas, cuando fue el gobierno nacional y la gobernación de risaralda que desde el momento de la trágica ola invernal que afectó a miles de habitantes del municipio fijaron sus ojos hacia este lugar y destinaron miles de millones de pesos en ayudas. Su ejecución es incierta por causa de los trámites, el cambio de los proyectos y sobre todo la improvización de la actual administración.
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Por: Opinion Diversa