Al menos 2.600 personas han muerto en Siria desde el inicio de las protestas contra el Gobierno, que estallaron en marzo, dijo el lunes la alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Navi Pillay.
La información, entregada por Pillay en un discurso ante el Consejo de Derechos Humanos del organismo mundial, eleva en 400 la cifra previa estimada por funcionarios de Naciones Unidas.
“Con respecto a Siria, déjenme apuntar que, según fuentes fiables sobre el terreno, el número de muertos desde el inicio de la revuelta a mediados de marzo de 2011 en ese país es ahora de al menos 2.600”, sostuvo.
En tanto, un asesor del presidente sirio, Bashar al-Assad, discrepó el lunes con el número de víctimas fatales entregada por la ONU al decir que 1.400 personas habían fallecido desde que comenzaron las masivas protestas.
“De acuerdo a nuestra información, 700 personas murieron en nuestro lado del Ejército y la policía y 700 en el bando de los insurgentes”, afirmó a Reuters Bouthaina Shaaban desde Moscú a través de un intérprete.
El Gobierno de Siria insiste en que las muertes en el país no se produjeron por la represión de sus fuerzas sobre los manifestantes, tal como señalan organismos internacionales y activistas, sino por supuestos enfrentamientos entre hombres armados y efectivos del Ejército. Reuters
Comments are closed.