La Crónica Radio Santa Fé

Los espías de las infedelidades en Bogotá

Mi desconfianza es la tuya

Después de ver este fin de semana tantos abrazos, tantos besos, tantas caricias, tantos corazones al viento imaginarios y tantas cogiditas, puedo concluir que sexo es el acto en donde quien descansa en los brazos del amor, despierta a los pies de la desilusión.

Agencias de investigación, brigadas de hombres dedicados al espionaje del amor, camuflados en empresas ilegales y de dudosa procedencia, que cada día crecen más en la ciudad y se ponen al alcance de cualquier presupuesto, se dan a la tarea de investigar y esclarecer las infidelidades de hombres y mujeres, incapaces de permitir que el otro haga lo que se le dé la gana y dejar al compañero o compañero de una vez por todas, ¡y chao!… Pero no es así.

Finalmente, pagaron un escuadrón de hombres y mujeres para que en esta fecha se dedicaran a perseguir a sus seres amados y a comprobar que lo que sospechaban era cierto, a través de videos, fotos y grabaciones. Pagaron sumas de dinero para que estas agencias pagaran celadores, contrataran taxis por horas, vehículos particulares, cámaras escondidas, lentes de largo alcance, personal especializado en vigilar todos los cuadrantes de sus amadas y amados, todo para testimoniar la infidelidad de sus compañer@s.

En Bogotá, cada vez es más común la aparición de hoteles, moteles y, ahora, hostales, desde modestos hasta fastuosos, desde Bosa, en el sur de la ciudad, hasta la Calera, desde los cerros orientales hasta la salida del aeropuerto. Todos ofrecen lo mismo: habitaciones para el disfrute íntimo de la pareja, todas debidamente adornadas para la ocasión: bombas de colores, corazones de plástico brillante, ayudas sexuales.

Al recorrer la ciudad de norte a sur y de oriente a occidente, el viernes y el sábado por la noche, los amorosos las habían consumido.

Hasta estos camuflados y escondidos nidos del amor llegan los investigadores con sus brigadas.

Como señalan los agentes de IP (Investigadores Profesionales), que en este fin de semana tuvieron 12 casos en investigación, “es una rareza la condición humana”. Sostienen que, contrario a lo que se creyera, los contratantes siempre esperan que los investigadores de las emociones les den un Sí de la infidelidad. Quieren comprobar lo que la intuición ya les ha adelantando.

Si se le hiciera caso al instinto, se podría gasta el dinero en algo realmente beneficioso para su yo interior.

En todo este reto de cuerpo a cuerpo, de máscara contra máscara, de cabellera contra cabellera, los grandes triunfadores fueron los olores, los sudores y la transmisión de ácaros.

Está por establecer el número de embarazos no deseados que resultaron de esta faena, los gustos del no se qué fue lo que pasó, que a la postre serán solucionados, después del guayabo amoroso y alcohólico, que dejó la celebración del amor y de la amistad del 2011.

En esta fecha se hace inevitable estar con el tiniebl@. Es un acto que reitera la trasgresión a la fidelidad, que no se puede evitar, y deja en mitad del camino el discurso oficial, que condena a los infieles, pues esta práctica es tan antigua, que forma parte de la dinámica cotidiana.

JOSÉ LUIS RAMÍREZ MORALES
Periodista Radio Santa Fe

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