En una habitación del hospital El Tunal continúa recuperándose Jeison Steven Gutiérrez, el estudiante de 16 años que resultó herido luego de que una granada de aturdimiento de la Policía le explotara en las manos minutos después de que uno de sus compañeros la encontrada botada en la calle.

Eran las 6:57 de la mañana cuando Jeison Steven fue sorprendido por uno de sus compañeros de clase con un artefacto curioso que había encontrado cerca a su colegio. Luego de unos minutos de observarla y hasta jugar fútbol con ella, Gutiérrez la tomó en sus manos y por error jaló la espoleta causándo una explosión al interior del salón de clases.

«La granada no la encontró mi hijo. Ellos se pusieron a manipularla y por errror esta se activó. Lamentablemente mi hijo perdió el dedo índice y el pulgar, además de las falanges de los otros tres. La Policía estuvo ayer con nosotros, pero hoy parece que ya olvidaron lo sucedido con mi hijo», le dijo a Radio Santa Fe Rodrigo Gutiérrez, padre del joven.

Tras el fuerte estallido, los alumnos y profesores del colegio La Nueva Estancia de Ciudad Bolívar entraron en pánico por lo sucedido. De inmediato el Cuerpo Oficial de Bomberos, la Policía Nacional y cuatro ambulancias de la Secretaría de Salud atendieron la emergencia.

«Nosotros estabamos esperando a la profesora cuando de repente esa bola con la que ellos jugaban explotó. Todo fue confusión pues Jeison estaba gritando y en su mano tenía mucha sangre», dijo una de las amigas del estudiante.

BUEN ESTUDIANTE

Desde su llegada al colegio la Nueva Estancia cuando tan solo era un pequeño de cinco años, Jeison se caracterizó por su inteligencia, dedicación y amor por el estudio. Las directivas del colegio lo catalogaron como uno de los mejores estudiantes de la institución desde que estaba en primaria hasta el día de hoy cuando cursa grado once.

«Es un muchacho amoroso y respetuoso. Le gustan mucho las matemáticas y siempre ha soñado son ser un gran fútbolista. Me siento triste por este acto de negligencia por parte de la Policía. Mi hijo pudo haber muerto por esto y a mi nadie me lo iba a devolver», comentó Franody Burbano, madre del estudiante.

Radio Santa Fe logró establecer que tras la explosión, la Policía encontró dos granadas más escondidas en las maletas de unos estudiantes y que finalmente no fueron manipuladas por ellos. «Estamos profundamente preocupados por esto. Pedimos al colegio mayor control y requisas para evitar que esto vuelva a ocurrir», dijo esta madre aflgida.

Entre tanto, Jeisson Esteven está consciente y asegura que él es muy fuerte y que va a salir adelante. » Mi hijo es un campeón y no se va a dejar vencer. Está muy triste por ver lo que ocurrió con su mano. Llora mucho y a veces me dice que su sueño de ser fútbolista se derrumbó porque ahora él tiene una discapacidad. Sin embargo Dios es grande y nos va a ayudar a que él salga adelante», concluyó Rodrigo Gutiérrez, padre de Jeison.