Los cadáveres de 23 hombres y una mujer fueron encontrados en el sureño estado mexicano de Guerrero, durante este fin de semana..
Según las autoridades, 15 cuerpos fueron encontrados en el puerto de Acapulco, entre ellas una mujer identificada como María Elena Parra, de 32 años, y siete más en la zona turística de Zihuatanejo.
En esta última población, los cuerpos fueron hallados sujetos amarrados a una caseta telefónica en una parada de autobuses cercana al Palacio Municipal.
Las muertes fueron firmadas por Los Caballeros Templarios, una escisión del cártel La Familia que controla el negocio de las drogas en el occidental estado de Michoacán y que se empieza a extender a otras regiones.
Las autoridades adelantan las investigaciones para determinar la autoría de los asesinatos, sin embargo, los atribuyen a ajustes de cuenta entre las organizaciones del crimen organizado.
La mayor parte de los homicidios ocurridos en Acapulco son atribuidos a dos agrupaciones que operan a nivel local y se disputan el control del negocio de las drogas, el Cartel Independiente de Acapulco (CIDA) y el grupo denominado “La Barredora”.