–En la cárcel Modelo pasó su primera noche el mecánico Frank Alexander Rodríguez Melo, quien conduciendo en estado de embriaguez y en contravía, causó la muerte al niño Diego Alexander Hernández, de 11 años.

La juez 61 de garantías Ana Bertha Rojas, al legalizar la captura del sujeto, rechazó la petición de detención domiciliaria que hizo su abogado, por considerarlo un peligro para la sociedad y ordenó su inmediato traslado a la cárcel Modelo.

El menor fue atropellado cuando jugaba al frente de su residencia, ubicada en la calle 93A y demarcada con el número 66ª- 55 barrio Rionegro, noroccidente de la capital.

La familia del niño acusó al sistema de salud distrital de negligencia, principiando porque la ambulancia demoró 40 minutos para llegar al sitio.

El pequeño falleció 15 minutos antes de que llegara el vehículo de socorro, dijeron. Sin embargo, el Centro Regulador de Urgencias negó este hecho y dijo que el vehiculo llegó 10 minutos despues de la llamada.

Un tio del menor, CArlos Báez, aseguró que antes del fatídico accidente de su sobrino, el conductor, quien reside a dos cuadras y es muy conocido en el sector por sus borracheras, había estrellado a otro carro y en la huida, por no pagar los daños, mató a su sobrino.

Según la juez, Frank Alexander Rodríguez conducía en grado tres de alicoramiento, el máximo contemplado en el código de tránsito, por lo cual le fue imputado el delito de homicidio agravado con dolo, hecho por el cual podría ser condenado a una pena mínima de 17 años de cárcel y una máxima de 37 años.

La juez 61 de control de garantías afirmó que el procesado no recibirá beneficios de rebaja de pena «porque atentó contra el derecho a la vida de un menor, por lo que este delito compone una pena tan elevada”.

A su turno, Rodríguez Melo no aceptó el cargo formulado, se declaró arrepentido por lo que había hecho y pidió perdón a la familia del niño.

Igualmente, negó que hubiese intentado huir y dijo que trató de ayudar al niño, pero la gente empezó a golpearlo.