Tres estadounidenses fueron los acreedores del Premio Nobel de Física 2011, por sus descubrimientos sobre la aceleración de la expansión del Universo a través de observaciones de supernovas muy distantes, informó hoy la Academia sueca de las Ciencias.
Los científicos saben desde la década de 1920 que el universo se está expandiendo, como resultado del Big Bang hace unos 14.000 millones de años, pero el descubrimiento de que este proceso se está acelerando -y no ralentizándose como muchos pensaban- conmocionó a la comunidad científica.
«Si la expansión continúa acelerándose, el universo acabará en hielo», dijo el Comité del Nobel en un comunicado.
Saul Perlmutter, Brian Schmidt y Adam G. Riess son los titulares del preciado reconocimiento, que cada año se entrega en ceremonia oficial el 10 de diciembre, fecha del nacimiento de su autor, Alfred Nobel.
Estos científicos estudiaron varias docenas de explosiones de estrellas, llamadas supernovas, y han descubierto que el Universo se está expandiendo a un ritmo cada vez mayor, y no tan despacio como se creía, destacó el jurado.
Para ello, utilizaron los más sofisticados telescopios, señaló el comité del Nobel y recordó que los nuevos sensores de proyección de imágenes digitales, cuyos autores fueron premiados en 2009 en esta categoría, fue de gran ayuda en las investigaciones realizadas.
Una mitad de las 10 millones de coronas suecas (1,45 millones de dólares) del premio irá para el estadounidense Saul Perlmutter, mientras que la otra mitad será los dos miembros de un equipo que realizaron un trabajo similar, el estadounidense Adam Riess y el estadounidense Brian Schmidt, radicado en Australia.
«Acabamos diciéndole al mundo: ‘Tenemos este resultado loco: el universo está acelerándose'», dijo Schmidt en una rueda de prensa por teléfono tras el anuncio del premio en Estocolmo.
«Parecía demasiado loco para ser verdad y creo que estábamos un poco asustados», añadió.
Entre tanto, durante la jornada fue concedido el Nobel de Medicina y Fisiología, a los científicos Bruce A. Beutler (Estados Unidos), Jules A. Hoffmann (Francia), y Ralph M. Steinman (Canadá), por sus aportes, que revolucionaron la comprensión del sistema inmune mediante el descubrimiento de principios fundamentales para su activación.
Beutler y Hoffmann determinaron que las proteínas del receptor pueden reconocer a los agentes patógenos y activar la inmunidad innata, el primer paso en la respuesta inmune del cuerpo.
Por su parte, Ralph Steinman identificó las células dendríticas del sistema inmune y su capacidad única para activar y regular la inmunidad adaptativa, la última etapa de la respuesta inmunológica durante la cual los microorganismos son eliminados del cuerpo.
Sus hallazgos proporcionaron nuevos conocimientos sobre la activación y regulación del sistema inmunológico, y permitieron el desarrollo de nuevos métodos para la prevención y tratamiento de las enfermedades, señala el informe emitido por la academia sueca.
Mañana miércoles se dará a conocer el Nobel de Química.
Santa Fe con agencias
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