Políticos franceses y líderes musulmanes condenaron el miércoles un ataque incendiario que destruyó las oficinas de un semanario satírico francés después que «invitó» al profeta Mahoma a ser su editor invitado esta semana.
Nadie resultó herido por el incendio que estalló a eso de la 1 de la mañana en las oficinas del semanario Charlie Hebdo en París, horas antes de que saliera la nueva edición.
«Se hará todo lo posible por hallar a los responsables de este ataque», afirmó el ministro del interior Claude Gueant, después de visitar las oficinas.
Según un policía, un testigo dijo que se vio a alguien arrojar dos bombas incendiarias en el edificio. Habló con la condición del anonimato por no estar autorizado a hablar públicamente durante una investigación en curso.
El director de la publicación, que usa el nombre Charb, dijo que una bomba molotov causó el incendio. Culpó el ataque a «gente estúpida radicalizada que no sabe lo que es el islam».
«Pienso que no son creyentes… sino idiotas que traicionan su propia religión», agregó Charb en una entrevista con Associated Press Television News.
La portada del semanario, subtitulada «Sharia Hebdo», en referencia a la ley islámica, muestra una caricatura de un hombre con turbante, túnica blanca y barba que sonríe a más no poder y dice «100 latigazos si no te mueres de risa».
Ilustraciones anteriores del profeta han causado conmoción en países musulmanes. La ley islámica por lo general se opone a toda ilustración del profeta, ni siquiera favorable, por temor a ocasionar idolatría.
Desde que el diario dinamarqués Jyllands-Posten publicó una docena de caricaturas de Mahoma en el 2005, las autoridades allí dijeron haber frustrado una serie de conjuras terroristas contra esa publicación y el caricaturista Kurt Westergaard, quien dibujó una de las caricaturas más controversiales que mostraban a Mahoma con un turbante en forma de bomba con la mecha encendida.
Charlie Hebdo también reprodujo las caricaturas, lo que provocó una queja de agrupaciones musulmanas. AP
Los comentarios están cerrados.