El presidente de Ecuador, Rafael Correa fue blanco este martes de una sonora rechifla pública en la plaza de toros de Iñaquito en el último día de la Feria Jesús del Gran Poder por su decisión de prohibir la muerte de los astados en el coso durante la corrida.
La silbatina también cobijó al alcalde de Quito, el médico Augusto Barrera, quien es miembro del partido País, que creó el mandatario durante su primera campaña a la presidencia y quien ha apoyado que los toros no sean sacrificados.
El adjetivo de “tirano” se escuchó durante todo el festejo en las graderías que mostraron un lleno casi total. La tarde estuvo soleada al comienzo y miles de taurinos coparon los graderíos de la primera plaza de toros de América.
La nueva reglamentación se impuso tras una consulta popular realizada en Quito el pasado 8 de mayo. Tras entonar el himno a Quito, las pifias a Correa y al alcalde Barrera fueron intensas.
La incomodidad de los aficionados por la prohibición subió de tono durante las faenas de Fandiño, el Fandi y Benavente. La bravura de los astados de la ganadería de Villahermosa, hicieron germinar la frustración en los taurifilos que despreciaron ver que un banderillazo final reemplazaba a la estocada con la cual torero cierra este rito centenario en el ruedo.
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