Internacional

Tiroteo en Texas dejó siete muertos en noche de navidad

Siete personas muertas reportó la policía de Texas (EEUUU) tras registrarse un tiroteo en la nochebuena en un apartamento en un área de clase media de Dallas.

La policía de la ciudad de Grapevine dijo que entre las víctimas parecían haber sido muertos a tiros mientras abrían sus regalos de Navidad, y explicó que se trataba de cuatro mujeres y tres hombres y que el pistolero estaba entre los fallecidos.

En el lugar se encontraron dos pistolas, dijo el sargento del departamento de policía de Grapevine Robert Eberling, que calificó el hecho como la peor masacre en la historia de la ciudad.

“Esto es trágico. Es algo que nuestro departamento no ha visto antes, especialmente en una ciudad como Grapevine”, afirmó Eberling. “Es algo sobre lo que estamos acostumbrados a leer. Estamos impactados”, añadió.

Agentes policiales que respondieron a una llamada de emergencia desde esa dirección el domingo por la mañana encontraron los cuerpos en la sala del departamento, ubicado en el complejo de apartamentos Lincoln Vineyards, explicó Eberling. Nadie informó haber escuchado disparos, agregó.

Eberling afirmó que cree que los agentes policiales tuvieron que derribar la puerta a patadas para entrar a la casa.

Las víctimas parecían haber estado abriendo regalos de Navidad cuando ocurrió el ataque, sostuvo la policía, que agregó que no había señales de que la entrada hubiese sido forzada.

Dos de las víctimas parecían tener alrededor de 60 años, mientras que los otros eran adultos jóvenes de entre 18 y 20 años, comentaron.

Las autoridades no han divulgado las identidades de las víctimas y no dieron un motivo para el tiroteo.
La policía dijo que cuando llegaron al piso no encontraron sobrevivientes. Las víctimas no habían muerto hace mucho tiempo, afirmó Eberling.

Lincoln Vineyards es un complejo de clase media cerca de Colleyville Heritage High School, una de las escuelas mejor consideradas del área.

Varios vecinos dijeron a Reuters que los niños jugaban con frecuencia frente a la casa y que veían regularmente a adultos jóvenes que salían para ir al trabajo. Agregaron que no conocían a los residentes personalmente.

Algunos de los moradores del complejo de apartamentos permanecían en pie afuera del lugar de los hechos, visiblemente impactados y uno de ellos lloraba, mientras los investigadores trabajaban en la escena.

Vanessa Barerra dijo que el crimen era especialmente perturbador porque fue un golpe a la reputación de Grapevine como un lugar seguro para vivir.

“Investigué y decidí vivir aquí por la seguridad y el distrito escolar”, admitió. “Me alegro que mis hijos no estén aquí. Están con su padre”, añadió.

Santa Fe con Reuters