Internacional

Ejército sirio mata a 21 personas bajo al mirada de la comunidad internacional

El menos 21 civiles murieron este jueves en Siria a manos del Ejército régimen de Bashar al Asad.

La masacre se dio en momentos en que la comunidad internacional pidió al Gobierno permitir a los observadores de la Liga Árabe visitar todas las ciudades y regiones afectadas por las protestas.

Tras la visita realizada a Homs (centro) el martes y miércoles, los expertos siguieron el jueves su misión visitando Deraa (sur), Hama (centro) e Idleb (noreste).

En la ciudad de Duma, a 20 kilómetros de Damasco, al menos cuatro personas fallecieron y unas 20 resultaron heridas, algunas muy graves, cuando las fuerzas de seguridad dispararon contra “decenas de miles” de personas que se manifestaban en la plaza de la Gran Mezquita de la ciudad, informó el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).

Según el OSDH, el tiroteo coincidió con la llegada del equipo de observadores de la Liga Árabe al ayuntamiento de la ciudad.

En Hama, donde se desarrollaron “masivas” manifestaciones, seis civiles murieron a manos de las fuerzas de seguridad, que detuvieron a heridos atendidos en un hospital privado.

Por otro lado, otros dos civiles perdieron la vida en Homs y cinco fallecieron por los disparos del ejército sirio en la provincia de Idleb, dijo el Observatorio.

Además, las fuerzas de seguridad mataron a cuatro civiles en Irbín y Kesué, en la provincia de Damasco.

En Damasco, cinco personas resultaron heridas en el barrio de Kafar Susé por los disparos de las fuerzas de seguridad, que fueron además desplegadas en el barrio histórico de Midán por una manifestación.

El OSDH sostiene que más de 70 civiles han perdido la vida por los ataques de las fuerzas de seguridad desde la llegada de los observadores al país el pasado lunes, mientras que la ONU calcula que unas 5.000 personas han muerto desde el inicio de la represión del régimen en marzo.

La misión de expertos forma parte de un plan árabe aceptado por Siria para conseguir el final de la represión en las ciudades y distritos opositores al régimen, la liberación de los detenidos y la libre circulación en el país de observadores y los medios de comunicación.

El Consejo Nacional Sirio (CNS), principal movimiento opositor al gobierno de Al Asad, pidió a la ONU que envíe sus propios observadores, ya que duda de la eficiencia de la misión árabe.

Su dirigente, Burham Ghalium, se reunió el jueves en El Cairo con el secretario nacional de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, para discutir sobre la conferencia nacional sobre Siria que organizará la institución a principios de enero en la capital egipcia.

Estados Unidos, Francia y la organización Human Rights Watch advirtieron a Damasco que no oculte a los observadores lo que está sucediendo en el país, mientras que China alabó la misión árabe.

París denunció además que los expertos no pudieron entrar en Homs después de que los vecinos del barrio de Baba Amro impidieran la entrada de la misión, ya que un oficial del ejército sirio acompañaba a los observadores.

El presidente del OSDH, Rami Abdel Rahmán, recordó a la AFP que los observadores deben oír la voz de los manifestantes, y describió la misión de la Liga Árabe como un “rayo de luz” en un túnel oscuro.

Aprovechando la presencia de los expertos en territorio sirio, los opositores del régimen de Al Asad convocaron nuevas manifestaciones para el viernes, día de oración y descanso para los musulmames y en el que se convocan las grandes protestas de la semana.

“El viernes nos manifestaremos por la libertad, con el pecho descubierto”, sostuvieron los impulsores de la Syria Revolution 2011.

“La presencia de los observadores en Homs rompió la barrera del miedo”, aseguró.

“Nos manifestaremos como lo hicimos en Homs (centro) y Hama, donde sólo llevamos ramas de olivos para enfrentarnos a las bandas de Bashar (al Asad), que nos atacaron con balas y armas”, se jactó el movimiento.