Después de tres años de investigación por parte de la Policía nacional, cayó la red de apoyo logística del Bloque Oriental de las Farc y del mismo Henry Castellanos alias “Romaña”, jefe militar de esta estructura subversiva

De acuerdo con la Fiscalía General de la Nación, la estructura esta integrada por doce milicianos, que cumplían diversas actividades dentro de esta compleja organización y cuya captura se realizó de manera simultánea en varios municipios del departamento del Meta como San Martín, La Julia, Villavicencio, la Inspección de la Pista y la capital de la república.

Esta organización abastecía al Bloque Oriental de armas, munición, uniformes, víveres, medicamentos, servicio médico y hasta el comercio de cocaína para obtener los recursos necesarios para su funcionamiento, actividades que se coordinaban de manera directa entre Henry Castellanos alias “Romaña” y los hermanos “Guapuchones”, quienes dirigían esta red de apoyo desde la capital del país, pasando por Villavicencio hasta la zona donde se esconden los máximos cabecillas de la organización subversiva.

Sobre los hermanos “Guapuchones”, la Fiscalía logró establecer que se trata de Haider y Alex Henao Naranjo, quizás los más temidos de la organización, ya que a través de ellos, se ejecutaban las acciones terroristas ordenadas por Henry Castellanos alias “Romaña”, como se pudo evidenciar en varias interceptaciones mediante llamadas telefónicas y cartas, donde aparecían las instrucciones precisas para atentar contra sedes de la Policía y entidades comerciales.

Los hermanos Henao Naranjo o “Guapuchones”, son los responsables de haber ejecutado el atentado frente a una de las sedes de las panaderías Pan pa ya y del Cai Britalia en la localidad de Kenedy, a finales del año pasado.

Dentro de los capturados están cinco mujeres y siete hombres, entre ellos un soldado profesional adscrito a uno de los batallones de este departamento, a quien la alias “Romañana”, le pagaba para que suministrara información de cada uno de los movimientos de la Fuerza Pública en la región, como puestos de control, desplazamientos y acciones tácticas.

Entre los seguimientos, se procedió a dar con el paradero y captura de María Rosmira Bermúdez Uribe, sindicada de elaborar, adquirir, reparar y enviar hacía el sur del departamento los uniformes, insignias, morrales y demás elementos que se pudieran confeccionar desde Bogotá. Su captura se produjo en el sur de la capital, más exactamente en el municipio de Soacha.

María Rosmira era de la absoluta confianza de Henry Castellanos alias “Romaña”, ya que junto con el jefe militar del Bloque Oriental, se reunía con otra mujer identificada como Rocía Beltrán, esta última integrante del Comité Temático de las Farc.

Dentro de las capturas que sobresalen, también está la de Ana Matilde Ramírez, subversiva que por años ha pertenecido presuntamente a esta organización y que gracias a las labores de seguimiento e interceptaciones por parte del Grupo Antiterrorista de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol Dijin, fue descubierta el fin de semana estando infiltrada desde hacía un mes en el batallón de Artillería del Ejército ubicado en el sur de Bogotá, como empleada del restaurante de esta guarnición militar.

De esta mujer se sabe que ella era quien desde adentro del Batallón coordinaba la compra de material de guerra, como el que se descubrió el año pasado en una residencia en el municipio de Soacha, donde fue hallado un mortero de largo alcance con toda su estructura para disparar blancos a más de un kilometro de distancia.

Esta operación simultánea también permitió la captura en el mismo sector de Bibiana Marentes Leguizamo y Tatiana Rozo Clavijo, quien de acuerdo con la investigación de los hombres de la Dijin, se estableció que eran quienes recibían a los guerrilleros enfermos y heridos del bloque Oriental de las Farc desde el sur del país.

Estas dos mujeres se encargaban de recibirlos, atenderlos, prestarles atención médico profesional y administrarle los medicamentos necesarios en una residencia en este municipio mientras los subversivos terminaban de recuperarse para poder volver al sur del Meta.

Otra de las capturas que mayor importancia cobra dentro de este complejo operativo adelantado por la Policía es la de la Guerrillera Islena Valero Gil, quien hacía parte del organigrama del Bloque Oriental de las Farc, persona de confianza de alias “Romaña”, ya que a través de este jefe guerrillero fue como ella venía adelantando actividades de observación terrorista a la base militar de Apiay en Villavicencio.

La orden de “Romaña”, era la de recopilar la información necesaria de estas instalaciones militares, para dirigir un atentado contra la unidad en las próximas semanas.

Entre las capturas que se cumplieron de manera simultanea desde el pasado fin de semana, está la de otro de los integrantes de esta red de apoyo, se trata de Alberto Tovar Tafur, miliciano de las Farc, quien era el encargado de llevar los médicos necesarios para la atención, no solo de Henry Castellanos, sino del propio jefe del Bloque Oriental de las Farc en el sur del país, su captura se produjo cuando se movilizaba en una lancha sobre el río Guayabero portando la suma de $50 millones de pesos.

Finalmente, sobre un miembro del Ejército comprometido con esta estructura de apoyo, la Fiscalía presentó ante un juez de control de garantías al soldado profesional Lenin Quintero Moyano, adscrito a una de las unidades militares en el sur del departamento del Meta, quien de acuerdo con las investigaciones e interceptaciones adelantadas por los investigadores de la Dijin, eran quien se comunicaba de manera directa con Henry Castellanos alias “Romaña”, entregándole información clasificada sobre los movimientos, desplazamientos, operaciones, puestos de control y actividades de registro que adelantaba la Fuerza Pública en esa región.

Los capturados fueron presentados ante el Juez 43 de garantías parta que respondan por los delitos de concierto para delinquir agravado, financiación de terrorismo con fines terroristas, porte ilegal, fabricación y comercialización de armas y administración de recursos relacionados con fines terroristas.