Santa Fe sigue sin encontrar el rumbo en la Liga Postobón I, el empate de local ante Quindío significa seguir resignando puntos que al final de esta fase clasificatoria pueden ser definitivos, cuando se haga la sumatoria para ver cuales son los 8 clasificados.
A veces se pierde como es lógico en el fútbol, pero queda el aliciente de que se hicieron algunas cosas bien y queda la esperanza de una pronta reivindicación, pero en este caso lo que preocupa es que el equipo no encuentra un patrón de juego y lo que es peor el técnico Wilson Gutiérrez sigue pagando la novatada a la hora de hacer las alineaciones y sobre todo no lee acertadamente el tramite de los partidos, lo que lo lleva a hacer cambios que en vez de mejorar el rendimiento, terminan perjudicando al equipo.
Edwin Cardona fue el único refuerzo significativo que trajo Santa Fe, siempre y cuando lo puedan mantener encarrilado, en ataque quedan muchas dudas con lo del Boliviano Cabrera cuyos antecedentes inmediatos no son los mejores, al equipo le falta un delantero de categoría. La gran figura que es Ómar Pérez anda en bajo nivel desde el semestre anterior, juagando lejos de las zonas de compromiso, afinado en tres cuartos de cancha y sin aportar jugadas de gol, rehuyendo el choque con los contrarios para no lesionarse de su rodilla afectada. Si Cardona demostró estar en gran forma cuando reemplazó a Pérez, no era indispensable que el técnico forzará el regreso del argentino, para tener 2 creativos y debilitar la zona de recuperación, ya que a Anchico le gusta atacar y queda Bedoya solo en marca y todos sabemos que no es el más rápido y peor cuando le toca hacer relevos largos a los costados por la salida de los laterales en función ofensiva.
El año anterior cuando asumió Arturo Boyacá la dirección técnica del cuadro Cardenal, con un bajo perfil y en medio del escepticismo de muchos, logro en poco tiempo darle personalidad al equipo, imprimirle un agradable estilo de juego basado en el buen trato del balón y lo más importante mostró carácter al atreverse a sentar jugadores que antes eran intocables como Agustín Julio, Gerardo Bedoya, Juan Carlos Quintero, Léider Preciado y le dió la oportunidad a nuevos valores que hoy son patrimonio del club. En el caso de Bedoya al remar su nivel volvió a la titular. Lamentablemente a Boyacá lo sacaron por no someterse a las “ sugerencias” de los dirigentes.
Lo lógico es que Wilson Gutiérrez hubiese continuado por la senda trazada por Boyacá, pero por encontrar atajos, terminó perdiendo el camino y por eso afirmamos que lleva a Santa Fe en contravía por la Boyacá. Hay quienes pueden afirmar que no hay motivo de alarma porque el equipo esta a 6 puntos del líder, pero también está a solo 2 puntos del último lugar. La Copa postobón sería un escenario más propicio para que Gutiérrez pague su novatada y se busque, aunque tarde, un técnico que enderece la situación y ya que no quisieron seguir por la “Boyacá”, entonces que busquen la “séptima”. Pensar que por ejemplo pudieron haber contratado a un gran entrenador como lo es el “Pecoso” Castro, casi siempre lo barato sale caro.
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