Según lo afirmó la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), al menos 60 comunidades indígenas colombianos corren un grave riesgo de desaparecer a causa d ela falta de recursos y el padecimiento de hambruna.
De acuerdo con el presidente de la ONIC, Luis Evelis Andrade, entre las principales causas de la inseguridad alimentaria que viven los indígenas colombianos están la falta de políticas de protección y atención, la intervención de los megaproyectos y el conflicto armado interno.
Para el dirigente el conflicto armado y las políticas de desarrollo han impactado los espacios y la vida de los pueblos indígenas.
«Los territorios, que han proporcionado la alimentación y un ambiente sano, se han reducido con la intervención de las empresas extractivas y sus megaproyectos», precisó Andrade.
En su opinión, si no se toman medidas claras, los pueblos indígenas van a desaparecer.
Asegura que la desnutrición tiene un mayor impacto negativo en los pueblos indígenas que el conflicto armado.
Aunque reconoce que la violencia profundiza y agrava la inseguridad alimentaria, son más los niños que mueren al año por hambre y falta de atención de salud en enfermedades curables y prevenibles que por efectos de la guerra.
Subrayó que el cese del conflicto puede contribuir a la solución, pero el Estado debe invertir más en la población infantil e implementar una política orientada a garantizar la vida de los pueblos indígenas, porque de lo contrario «será la institucionalidad la responsable del genocidio que pueda ocurrir».
Detalló que en la Sierra Nevada, en la Orinoquía y la Amazonía se encuentran niños desnutridos, así como en Casanare, Arauca, Meta y Vichada o en Chocó.
En este último departamento del noreste del país, quienes padecen mayor grado de desnutrición son los niños indígenas, que presentan estándares iguales a los registrados en Somalia y Etiopía, dijo Andrade quien citó un reporte de la Fundación Santa Fe de Bogotá.
Considera que para poner fin a ese flagelo se deben diseñar programas que tengan en cuenta la multiculturalidad y la diversidad y que los sistemas de autoridad de los pueblos originarios con los cuales el Estado debe trabajar.
Según fuentes oficiales, la población indígena o amerindia en Colombia es de un millón 378 mil 884, el 1,03 por ciento de la población del país.
Está distribuida entre más de 80 etnias, de las cuales las más numerosas son los Wayúu, los Nasa, Senú y Emberá.
Santa Fe con agencias